La atracción de lo imperfecto
Manel Segarra

Manel Segarra
Previo de phono Primare R35

A menudo, obviamos la importancia del previo de phono en nuestros equipos. Mientras que se asume que el amplificador o unas buenas columnas se lleven buena parte del presupuesto, cuando llega el turno de adquirir un previo de phono, a veces se intenta escatimar más allá de lo razonable. En este caso, es cierto que el esfuerzo económico de sumar un buen plato, una cápsula y un previo es verdaderamente elevado. En una fuente digital, por el contrario, un solo aparato es suficiente. Por otro lado, tenemos las entradas de phono que encontramos en algunos amplificadores integrados de gama baja o media. Sin despreciarlos en absoluto, en la mayoría de casos se trata de una funcionalidad de compromiso para ir tirando mientras pensamos en hacer el paso definitivo. Y, desde luego, con un rendimiento casi siempre discutible con cápsulas MC (mucho más difíciles de amplificar).


Todo esto sitúa a los amantes del vinilo en la disyuntiva de ir tirando con soluciones más o menos provisionales o bien echar toda la carne en el asador de una vez por todas. Y, desde luego, el PRIMARE R35 es precisamente eso: un sofisticado previo de phono de alto rendimiento que huye definitivamente de las medias tintas. Cuando me propuse analizar a fondo un previo de reconocida solvencia pensé en el aclamado (EISA Best Product) PRIMARE R15, pero su menor tamaño y la ausencia de salidas XLR me dieron cierta sensación de “hermano pobre” y decidí que el superior R35 era el aparato que tenía verdadera vocación de definitivo. Y, como veremos en este análisis de producto, acerté.





Previo de phono Primare R35

Intentemos empezar por el principio: el PRIMARE se enciende pulsando el botón central estratégicamente escondido en el propio logo del panel frontal. La verdad es que es una solución ingeniosa y muy elegante. Mi recomendación es mantener presionado el pulsador durante más de 5 segundos y así anular la función turn-off automática, que para mi gusto actúa cuando no toca. Si queremos desconectar por largo tiempo el aparato, tenemos también un interruptor trasero. Pero, antes de todo eso, lo correcto sería que activáramos las palancas traseras para configurar el previo según los requerimientos de nuestra cápsula. En este punto soy un poco crítico y entiendo que, todo este sistema de pequeños conmutadores es incómodo, tedioso y propenso al error. Porque la verdad es que el PRIMARE R35 tiene todos los controles (excepto el botón de encendido) en el panel trasero. El fabricante sueco, como muchos otros, ha sacrificado la practicidad en beneficio de un diseño nórdico muy limpio y elegante. Personalmente, me parece excesivo este sacrificio, ya que opciones como el filtro subsónico o la ganancia (con tres niveles) también se activan desde ahí. La incomodidad a la hora de hacer pruebas de sonido es evidente. Por lo demás, la construcción del R35 es impecable en todos los sentidos. Si abriéramos el chasis, comprobaríamos el buen tamaño del transformador, la simplicidad de la circuitería electrónica y el correcto aislamiento de la misma. Todo ello encaminado a tratar con la máxima delicadeza la señal de cualquier tipo de cápsula que podamos adquirir.


Para hacer mis pruebas, he empleado una MM Audio Technica VM750SH y una MC Ortofon Quintet Blue. Para no desviar la atención del aparato objeto de este análisis y habida cuenta del excelente rendimiento de ambas una vez hechos los ajustes oportunos, no voy a distinguir si cada disco lo escuchaba con una o con otra. No obstante, como ya se ha comentado anteriormente, una cápsula MC solo tiene sentido si se combina con un previo de phono de unas mínimas capacidades. En cuanto al plato, he empleado mi habitual Rega Planar 3. Y, como curiosidad, he de decir que he añadido al equipo un pre-amplificador Vincent SA 32 actuando entre el previo de phono y mi amplificador de potencia Musical Fidelity. Aunque parezca excesiva cacharrería, curiosamente, las válvulas del Vincent han redondeado y refinado las prestaciones del PRIMARE R35 con un resultado sorprendente en algunos sentidos.


Previo de phono Primare R35

La famosa versión remasterizada en 2009 de “Beatles for Sale” nos demuestra que tiene todo el sentido escuchar música en vinilo incluso cuando hay un proceso digital previo. Puede parecer contradictorio, pero no debemos confundir una impecable remasterización digital (como es el caso) con pasar un cd a disco de vinilo (lamentablemente también hay algunos ejemplos de eso). La verdad es que Mr. Moonlight suena casi con la calidad de una grabación reciente. La voz de John Lennon se distingue perfectamente y todos los instrumentos aparecen limpios y claros. Pero lo que nos sorprende es la enorme transparencia y nivel de detalle que proporciona el PRIMARE R35. Es por eso que decido incorporar el Vicent SA 32 que tamiza de forma sutil la franqueza del PRIMARE. Porque esa es una de las primeras características que detectamos en el previo de phono escandinavo: una sinceridad y una transparencia absoluta.





En la obra maestra de Dave Brubeck “Time Out” |Comprar ahora| , grabada en 1959 tenemos un ejemplo más que profundiza en el carácter del PRIMARE. En este caso, además de confirmar la franqueza sin filtros del previo, obtenemos una restitución tímbrica asombrosa y, lo que tiene mayor mérito, una reconstrucción de la escena muy natural. La inolvidable intervención de Morello en la batería en el tema “Take Five” ha pasado a la posteridad y ahora lo estoy disfrutando con un gran realismo.


Previo de phono Primare R35

“Western Stars” |Comprar ahora| (2019) de Bruce Springsteen es un disco controvertido y no del agrado de todos sus fans. No obstante, a mí me gusta el carácter crepuscular y, hasta cierto punto cinematográfico, del doble LP. Ya en el primer tema “Hitch Hikin”, notamos una agradable intervención de instrumentos acústicos que derivan, hacia el final, en un crescendo orquestal que, en un equipo de Alta Fidelidad mal ajustado puede quedar como un pastiche infumable. Evidentemente, no es el caso. Muy al contrario, el PRIMARE gestiona a la perfección tanto los cambios dinámicos como la necesaria separación de instrumentos para evitar una amalgama de músicos desorientados. Insisto en que he escuchado la canción en otros equipos con resultados muy discutibles.


Pero lo mejor llega en cuanto pongo un disco que adquirí en mi adolescencia y que no he dejado de disfrutar desde entonces: “Casino” (1978) de Al Di Meola |Comprar ahora| . La cara B empieza con “Señor Ratón”. Y aquí el PRIMARE R35 se exhibe sin complejos en todas sus dimensiones: velocidad, ataque, potencia, dinámica… Se trata de un disco original de la época, de aquellas delgadas versiones para España y que he reproducido infinidad de veces con todo tipo de agujas. Tengo también la versión (muy posterior) en cd. Pero el R35 nos demuestra la evidencia. No hay color y el vinilo, con todas sus limitaciones y debilidades (que las tiene), supera en todo a la versión digital. El previo de phono que estamos analizando demuestra definitivamente su grandeza y muestra tanto su capacidad para el detalle y la sutileza, como su enorme potencial para imprimir ritmo, emoción y velocidad cuando así se precisa. La pegada en graves, siempre muy analógica y natural, sin ser para nada tímida, es la justa y necesaria. La zona media es muy llena y rica en armónicos, mientras que los platillos de la batería, a veces incluso parecen demasiado reales y cercanos.


JBL L82 Classic

En conclusión, podemos decir que el PRIMARE R35 es un aparato que elevará el potencial de prácticamente cualquier plato y cápsula. Mi recomendación es desactivar el filtro subsónico, ajustar la ganancia en función del resto del equipo y acudir rápidamente a todas las tiendas de discos que quedan abiertas y, si se celebran, a las ferias donde podemos encontrar pequeños tesoros que brillaran con mayor intensidad con la participación de un previo de phono PRIMARE R35.


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