Hace unos días glosábamos las virtudes de la etapa de potencia SA-103 y de paso comentábamos que su pareja de baile en la sala es el pre amplificador Tautoro, así que hoy toca darle protagonismo a esta pieza, que si importante son las etapas, todavía más los previos, cerebros indiscutibles que guían el devenir del equipo. Siempre se ha dicho y con razón, que los previos son el auténtico corazón del sistema y conviene que se compaginen a la perfección tanto con las fuentes como con las etapas y cajas.


Lo cierto es que cuándo llegó la SA-103 utilicé un integrado de Musical Fidelity como previo, pero la bella Plinius se merecía un compañero más a su altura y entonces empezó la búsqueda de la pareja perfecta, resultando, después de bucear en el catálogo de la neozelandesa, que la pieza ideal para que este matrimonio fuera realmente bien avenido es el Tautoro, que toma el nombre de una localidad de aquel país.


Recientemente descatalogado, durante años ha sido el estandarte en previos de la firma y ha competido como uno de los mejores del mercado en su gama de precios. En mi sala tuve ocasión de hacer una comparativa con el Audio Research Reference 5 SE, entre otros, ya que también era de mi gusto, pero como ya he indicado en otras ocasiones, por encima de gustos y preferencias, está que ambas piezas, en este caso, previo y etapa Plinius, están concebidos el uno para el otro.



Vista interior

Imagen del interior del Plinius Tautoro.


Con una construcción a prueba de bomba, su chasis de aluminio no magnético ofrece en la báscula un peso de 16 kg., y un tamaño imponente, tal vez incluso demasiado... sobresale de la balda por tener un fondo importante. Destaca por sus 5 entradas dobladas, detalle no demasiado frecuente, es decir que acompaña a las fiables WBT RCA por el mismo número de XLR Neutrik. HT bypass, salidas duales para biamplificación, toma de tierra y, un detalle que me vino al pelo: permite sustituir una de las placas por otra que incluye el previo de fono de la marca, basado en el Koru, lo que además de constituir un ahorro en costes, lo es también en espacio y cableado.

La operación de sustitución es muy sencilla, incluso para los más inexpertos. Incorpora una toma de auriculares y, obviamente, mando a distancia; un bloque de aluminio imponente y con el que habrá que tener cuidado por su peso y contundencia.



Conexiones por detras

Detalle sus 5 entradas dobladas.


La presentación, siempre en mi opinión, es simple. El frontal de aluminio cepillado incluye un led azul de testigo y los cinco pulsadores, también iluminados al activarse y que corresponden a las fuentes, la toma de auriculares y el mando rotatorio del volumen. El interruptor de encendido y apagado está detrás, ya que la marca recomienda dejarlo conectado permanentemente. Como ya indiqué con respecto a las etapas, discrepo de esta sugerencia y al terminar las audiciones se apaga como el resto del equipo.



Frontal de Plinius Tautoro

Detalle del mando rotatorio del volumen del Tautoro. Unicamente una pequeña muesca nos indicará la posición del mismo y es poco visible en penumbra o a cierta distancia. Abajo a la derecha se aprecia la toma de auriculares.


El sonido que proporciona juntamente con el resto de componentes, siempre en mi opinión, es impecable y en Clase A, hasta sublime. Destacando en el sonido por un "fondo negro" absoluto. Por pedir y de eso llevo quejándome desde que entró en casa, el mando del control de volumen no incorpora testigo alguno y en penumbra o a cierta distancia apenas se ve la ubicación de una pequeña muesca, por otra parte con el tocho del mando a distancia, es poco progresivo el comandamiento de dicho volumen. Una lástima ya que en eso la competencia, pongamos el A.R. Reference 5 SE, le gana claramente la partida. También se agradecería una pantalla multifunción que nos indicara el volumen, las entradas y otros detalles. Es de suponer que los ingenieros de Plinius optaron por la simplicidad y el purismo. En cualquier caso y como lo importante es el sonido, nada que decir y lo mismo de la fiabilidad, capitaneando la amplificación en mi sala desde 2008. Si usted amigo lector dispone de una etapa de referencia de Plinius, no lo dude, su pareja perfecta es un previo de la misma marca. El último precio que ha circulado sobre esta pieza, ya dijimos que descatalogada, es de 9.400 €., si bien se pueden encontrar de ocasión, en portales dedicados a la alta fidelidad, a precios razonables. Actualmente sus sustitutos son el Kaitaki y el RM-10, valorados en 5.500 y 16.750 €., respectivamente y según el distribuidor Studio 22, hay unidades disponibles en stock.





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© G. Cañellas