B.S.O. HABLE CON ELLA

La alegría de un audiófilo es dar con una buena grabación: que se oiga bien, que haya buena colocación de instrumentos, profundidad y dinámica; y la alegría de un melómano es dar con una buena obra e interpretación.

Cuando estas dos premisas se unen en un mismo disco saltan todas las alarmas y empieza la búsqueda hasta hacernos con él y que forme parte de nuestra colección musical.

Esto sucede en el disco que nos ocupa: la B.S.O. de la película "Hable con ella", del director Pedro Almodóvar, que se llevó el Oscar al mejor guion original en 2002 y Globo de oro en 2003 como mejor película en habla no inglesa, entre otros muchos premios. A mí es un director que me encanta, su cine puede gustar o no, pero lo que nadie negará es su calidad técnica, visualmente perfecto (sus películas se podrían ver sin sonido, como mera sucesión de imágenes y encuadres perfectos, armoniosos, bellos, con mezclas de colores ideales; iluminados como cuadros en un museo) y con un gusto y una sensibilidad que muy pocos directores, de hoy y de siempre, le pueden hacer sombra, Ang Lee es el único que se me ocurre que lo pueda superar.

Alberto Iglesias nace en San Sebastián en 1955. Estudió piano, guitarra, contrapunto y armonía con Blanca Burgaleta y Francisco Escudero en su ciudad natal. Amplió sus estudios en París con Francis Schwartz y en Barcelona con Gabriel Brncic.

En 1981 arranca el vínculo de Iglesias con el cine, tiene en su poder once premios Goya y seis nominaciones a Mejor música original y tres nominaciones a los Óscar, entre otros muchos premios en su largo currículum.

La banda sonora original compuesta por Alberto Iglesias, colaborador habitual del director manchego, se llevó el Goya en 2002 como Mejor música original.

La música acompaña perfectamente a las imágenes, a las que realza y amplifica, pero que también funciona perfectamente sin ellas. De hecho, es una música que no evoca ninguna imagen, aunque se haya visto la película.

Iglesias no llega al nivel de los grandes genios, como Morricone o John Williams, donde su música va unida irremediablemente a las imágenes y las imágenes a su música, es imposible ver o escuchar una sin la otra. Cosas de genios.

Iglesias llegará, va camino de ello, de momento compone muy bien y tiene una buena colección de premios por ello y se va rodeando de grandes genios del celuloide que confían en él.

El disco son 20 cortes, de los que sólo cuatro, no son composiciones suyas y una está compuesta en colaboración con Vicente Amigo. Grabado en Londres con la London session orchestra. 2002 Milan Music.

El disco comienza con "Sábana santa", música que recuerda y mucho al "Adagio para cuerdas" de Samuel Barber, música sanadora donde las haya. Este tema se repite de nuevo más extendido, más grandioso en el corte 16 "Los olivos"

El corte 2 "Hable con ella", compuesto conjuntamente con Vicente Amigo que además toca la guitarra. Con este tema se despide la película. Es un tema muy sugerente que te va quedando en la cabeza día a día.

El corte 3 es "Cucurrucucú paloma", en la versión de Caetano Veloso, solamente por este tema merece la pena tener el disco. Es una versión tan intimista que emociona, canta para ti y sólo para ti.

El corte 5 es "Por toda a minha vida", tema de Jobim/De Moraes, cantado por Ellis Regina, tema precioso con una voz muy bien grabada que pone los pelos de punta, para escuchar en bucle.

El corte 8 es "El amante menguante", es un cuarteto de cuerdas que corresponde a la banda sonora de un corto de cine mudo en blanco y negro que hay dentro de la película.
Con Ara Malikian al violín principal.
Según parece, es la pieza musical que más gusta al compositor de toda su carrera artística.

El corte 9 es "Maria santísima de Araceli", mismo tema del corte 2, pero ahora en forma de vals que bien nos puede recordar a Shostakóvich y sus "waltz" de la Suite de jazz.

El corte 12 "Habitación de Alicia", introduce un tema de piano que luego desarrollará en el corte 15 "Alicia vive", que es el tema que más me gusta. Apenas tres minutitos para condensar toda la película y que nos redima y haga salir de ese agobio opresivo y tensional que mantiene toda la obra. El piano aquí oído me recuerda mucho al sonido de Mompou.

El corte 18 "Soy Marco", de nuevo Ara Malikian al violín tocando el tema conductor de toda la obra.

El corte 19 "Raquel", de Rufino Almeida (Bau) es el único corte que me recuerda imágenes porque en la película corresponde con una coreografía de baile perfectamente encajada con la música. Almodóvar viajó a París para filmar, en el Theatre de la Ville, unos fragmentos del espectáculo de Pina Bausch, Masurca Fogo, y que aparece al final de la película.

El corte 20 "The Plaint: O let me weep, for ever weep", de Henry Purcell arreglado por Benjamin Britten e Imogen Holst (hija de Gustav Holst), tema vocal para soprano con acompañamiento (chelo, oboe, clave) precioso.

No tiene ese poder evocador de imágenes, ni siquiera de ambientes, pero funciona perfectamente como disco, como una obra global en la que ni siquiera desentonan los temas no originales, no sucede como en otros discos de B.S.O. en las que hay una serie de variaciones o versiones muy simples sobre un tema principal durante todo el disco. Aquí hay un fino hilo conductor, una melodía con la cuerda de un violín, nada monótono ni repetitivo que hace del disco un concepto.

Como dice Almodóvar "sirve de techo y de suelo a los personajes y arropa la acción como porosa manta de cachemir en una fría noche invernal"

Como dato curioso que solo tiene que ver con el disco en su parte de diseño, me llamó mucho la atención el gran parecido entre estas dos portadas de los discos que poseo. Las dos del 2002, mundos distintos, producciones distintas, pero resultados idénticos.

Juzguen ustedes mismos: casualidad, tendencia, copia, y en este caso, quién copia a quién.