Gentleman
Narcís Tenas

Narcís Tenas
Klipsch Forte III



Altos vuelos de resolución sónica americana con la herencia de Klipsch.


Ya hace un tiempo que se me pasaba por la cabeza cometer alguna herejía audiófila de cierto nivel. Había algunas opciones interesantes y la charla con un amigo audiófilo entusiasta de las cajas Wilson Audio me llevo a cruzar el charco en lo que, hasta el momento, en mi sala, había sido un entorno británico. Pero no cayeron unas Wilson, no; me enamoré de unas Klipsch, de las imponentes. Esta es la historia.


Klipsch cuenta, en su gama superior Heritage (Herencia), con las cajas “Heresy”; sin embargo, con el afán de subir uno o varios listones más el nivel, me decanté, después de una cuidadosa demo con pistas de diversos estilos musicales, por las renombradas Forte III, lanzadas al mercado por primera vez en 1985.


Las Forte III son unas cajas que no dejan indiferente, desde la primera nota. Rediseñadas por completo en 2017, las Forte III albergan un diseño de tres vías con un fantástico woofer de 12 pulgadas de diámetro, con un inmenso radiador pasivo de 15 pulgadas en su parte posterior, uno de sus secretos. Encargado de los medios está una bocina/trompeta con diseño de nuevo transductor y empleo de titanio, así como su tweeter, también realizado totalmente en titanio.


La sublime caja de madera de nogal está fabricada íntegramente en su planta de Hope, Arkansas, al igual que la mayoría de sus componentes, ingeniería y ensamblaje.



Klipsch Forte III

Graves orgánicos y colocación de las cajas


Precisamente, el radiador pasivo de 15 pulgadas instalado en la parte posterior de las Forte III tiene una función bien destacada: extender los graves hasta límites al alcance solo de cajas muchísimo más grandes y caras. Tal diámetro de radiador de sub-graves pasivo permite obtener una salida de graves y una extensión superior. Los graves son suntuosos, orgánicos, muy táctiles. En composiciones musicales densas y con mucha presencia de diversas capas de bajo, se pueden oír perfectamente las notas individuales del bajo y la caída de sus notas. La precisión en la resolución de las frecuencias bajas y subsónicas es apabullante.


Antes de pasar a describir en más detalle su sonido, me gustaría daros algunos consejos si estáis pensando en adquirir unas Klipsch de estas dimensiones. Como en cualquier situación y para cualquier altavoz, pero sobre todo para realizaciones de tamaño, es imprescindible una buena colocación. Y ahí, no me canso nunca de decirlo, la sala de escucha es fundamental. En mi caso, empecé colocando las Forte III a unos escasos 30 cm de la pared posterior. Aunque todavía no había hecho el break-in o rodaje –estimado en un mínimo de 150 horas, óptimo de 300h --, enseguida se notaba un bajo borroso, pesado, presente pero poco definido. Moviendo las cajas a 50 cm de la pared posterior y haciendo un ligero toe-in (inclinación hacia el sweet spot del oyente), las Forte se transformaron radicalmente y empezaron a cantar. Y como cantaban! Tras unas 90 horas de escucha y una correcta posición, ya podía empezar a anotar las primeras impresiones. Por cierto, en mi sala tengo instalados unos super bass-traps/difusores de enormes dimensiones, --elaborados con los mejores materiales absorbentes, por un ingeniero acústico – que ayudan a poner el foco en cada instrumento de una manera reveladora, casi a nivel de monitor. No podría ya vivir sin estos artilugios.


Klipsch Forte III

Escala y dinamismo.


Para la escucha detallada de las Forte III, utilice un amplificador integrado híbrido, con previo puro a válvulas y etapa final Mosfet, lo mejor de dos mundos: calidez/finura y ataque. Me refiero al Pathos Classic One, del que os hablaré otro día. Y las fuentes fueron un plato Clearaudio Emotion con cápsula MC Benz Micro y previo de phono Lehman Audio black box, con alimentación externa, y el excelente streamer/reproductor de red Bluesound Node 2i, modificado por un ingeniero, a través del cual podía hacer streaming desde Tidal en calidad Master (MQA).


Empecé con The Strokes y su fantástico reciente álbum The New Abnormal. The adults are talking es una pista perfecta para empezar. Inmediatamente, la escena sonora es alucinante, grandiosa, enorme, el juego entre las dos cajas acompasado; cada instrumento está totalmente separado, se pueden “tocar”, y el realismo musical es tremendo. Es una imagen sonora creíble, muy precisa, cada instrumento cortado por láser, con mucha finura. Podría pensarse que estas cajas son “animales de fiesta”; lo pueden ser, porque, con una sensibilidad de 99 dB, son muy, muy fáciles de mover (el Pathos classic One da 70 watios por canal a 8 ohms; las probé también con un Prima Luna de unos 20 watios y las movía de maravilla) y pueden llegar a subir muchísimo de volumen sin distorsión alguna; ahora bien, son de una delicadeza y finura sónica asombrosas. Las guitarras rugosas suenan tal cual, como si estuvieras en vivo y en directo, la batería es seca, el bombo muy profundo, los teclados se abren tanto que parecen estar situados detrás del oyente y la imagen sonora no para de crecer. Sin querer hacer comparativas con otras realizaciones, he probado altavoces de nivel equivalente de precio y, amigos, las Klipsch Forte III son otra dimensión, de las que las cajas tradicionales no pueden seguir el paso, ni el ritmo, ni la precisión en las notas de bajo, ni… No son mejores ni peores. Son diferentes. Si el lector busca supertransparencia y neutralidad británica, entonces un monitor de estudio es lo adecuado. Si, por el contrario, busca involucrarse en la escucha, disfrutarla y vivirla, con realismo vivo, las Klipsch pueden ser los altavoces que necesitéis. Y esto no quiere decir que estos no sean transparentes y neutros; lo son, y encima con una finesse de primera, con muy buena nota, pero son extremadamente divertidos.

Klipsch Forte III

Joan Miquel Oliver está celebrando el 15avo aniversario de su elegante disco “Surfistes en càmera lenta”, del que acaba de lanzar una edición conmemorativa especial en vinilo, limitada a no más de unas 500 unidades. La pista de Tidal, que no está en MQA, ya suena de maravilla. El vinilo, a través de las Forte, sin embargo, es otra experiencia. En la canción que da título al álbum, el bajo de los teclados es suntuoso, cada nota perfectamente clara, en el medio de la imagen sonora, para que a ambos lados de la misma se puedan expresar perfectos acordes de guitarra y una batería seca, que entra directamente a tu tímpano. Por cierto, la superresolución de los medios y tweeter es muy elevada, con lo que si el nivel de presión sonora en oído es demasiado grande, se deberá relajar el toe-in, para conseguir una imagen más difusa. Esto irá a gusto del oyente. ¡La gran ventaja de las Forte es que, por su sensibilidad de 99dB, expresan toda su gama dinámica a muy bajo volumen, lo cual va de maravilla si tenéis vecinos complicados!


Seguimos con el excepcional “My secret garden” de Depeche Mode en vinilo y las cosas ya empiezan a estar en la cúspide de reproducción sonora. No os puedo describir la profundidad dinámica y la enorme escena proyectada, mejor que en un estudio de grabación –casi--. Notas bajas, medios secos y contundentes, agudos altos y precisos, escena tridimensional, ligereza, finura, timbres perfectos… no se puede pedir más. Se escucha el sonido del álbum tal como el ingeniero lo ideó en el estudio. Ni más ni menos.


Podría continuar con descripciones de música durante horas, tal como son las escuchas de las cajas. Podéis hacer sesiones de cuatro horas seguidas, tranquilamente, sin ningún tipo de fatiga acústica y con un disfrute al alcance de pocas cajas. Así de buenas son.


Klipsch Forte III

Discografía recomendada

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Datos Básicos (España)
Web Fabricante Klipsch
Web Distribuidor Magnetron
Precio 3990 € aprox.
Hoja Técnica Pulsar Aquí
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Fecha 31 de marzo de 2021

 

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