Definitive Technology 9040: 3,2,1.. acción

La personalidad y el carácter de un producto no es una suerte de lotería que sale o no sale. Se busca, y a veces se encuentra y a veces no. Los Definitive Technology BP9040 te gustaran o no, encajaran en tu objetivo personal o no, pero si lo que buscas tiene que ver con las características que te iré desgranando, poco a poco, es una clara opción ganadora.

Con una presentación en caja de embalaje del producto por encima de lo esperado dentro de la gama de precios que nos movemos, se nos presenta ante nosotros unos altavoces que exigen desde el primer momento un sumo cuidado para el manejo de los mismos. La presencia de 8 conos de transductor, dos de ellos actuando como radiadores pasivos, cubiertos del todo por tela neutra acústicamente que envuelve la caja del altavoz, hace que no sea fácil ver por donde poner la mano para mover los altavoces sin tocar ningún cono y, por lo tanto, no dañar el dispositivo. Aunque pueda parecer una cosa sin sentido, ponerse unos guantes blancos e impolutos para realizar estas maniobras, consigue poner y centrar toda tu atención en la labor que desarrollas y evitar posibles destrozos.

Una vez montada toda la estructura, tenemos ante nosotros unos altavoces de alto rendimiento, aislados del suelo a través de un pie de aluminio que lleva puntas de desacoplo o plana, según los gustos y necesidades de cada uno. Puede biamplificarse y dispone de dos set-ups principales y que viene marcado principalmente su uso por el hecho de estar conectados a un amplificador estéreo o multicanal. Cada altavoz dispone de un subwoofer activo de clase D, por lo que deben de ser conectadas a la red eléctrica cada una de ellas. Finalmente, una perilla de control del subwoofer.

De aspecto elegante, no excesivo de tamaño, aunque generoso en altura y profundidad, “esconde” su magnitud con un frontal de poco más de 15 centímetros, que con su base de aluminio llega a los 33 centímetros, para conferirle toda la estabilidad necesaria y presencia distinguida.

Son unos altavoces bi-polares, con dispersión sonora de medios y agudos en fase de 360 grados, ubicados en la parte frontal y trasera de los mismos. Con un subwoofer lateral autoamplificado de clase D gestionado a través de una perilla de control para dar la presencia deseada en cada caso (y sala). Y para gestionar las resonancias internas del mismo, dispone de una estructura reforzada y de dos conos radiadores pasivos de 8 pulgadas.

Llegados a este punto, creo que todos ya habremos entendido que hablados de unos altavoces pensados y diseñados para el home cinema. ¿Nos vamos ya al cine? No, espera un poco. Experimentemos antes.

¿Os habéis preguntado de forma seria esto alguna vez? Yo sí. Y gracias a las Definitive Technology BP9040 he podido probarlo en mi casa de forma física y a ratos, casi mística. Primero los ajustes. Aprovechando que aún tenía en mi casa el Cambridge Audio EVO 150 puse a prueba el rendimiento de esta pareja de baile. Y lo primero que tuve que hacer es moderar bastante el subwoofer para convertido en más musical y menos efectista. Después intenté ajustar un poco la posición de las cajas hasta entender que perdía el tiempo. La dispersión del sonido en el entorno es tan clara que la direccionalidad solo se da en un midwoofer en cada altavoz y se consigue poco.

Y entramos en otra dimensión donde la clásica escena pierde mucho de su contenido y la ubicación espacial también, en cambio conseguimos un efecto nuevo, nunca vivido en primera persona, donde la música de Chris Rea y su famoso “Looking for the summer” te envuelven por completo sin tener un punto de fijación claro ni una estrella Polar marcándote el camino. La voz aparece por todos los sitios y sientes un efecto inmersivo del hecho musical que te deja confundido. Mis sentidos se sentían engañados y tenía que abstraerme para poder vivir plenamente esta sensación sonora. En puntos de desconexión total que puedo experimentar cuando me olvido de todo y solo vivo la música, viví confusión sonora escénica. Y ahora os voy a sorprender más a algunos al deciros que doy gracias a lo que toque, por poder vivir momentos de estos. Después de tantos años en la afición, sorprenderte, confundirte, dejarte aturdido, son cosas que te dan pilas para seguir otro día más, abriendo un nuevo paquete. Neófitos, no os asustéis, en la cama se chilla bastante y no es malo.

El magnífico DAC integrado del Cambridge Audio EVO 150 casa muy bien con las posibilidades de estos altavoces y permiten expresarse de forma nítida y limpia, dando un trato exquisito a la zona media, media alta de los mismos. Y precisamente, por la parte inferior, que es por donde más sufría el EVO, los BP9040 dan todo el plus necesario.

Quiero mencionar que podría haber sido más excelso el resultado obtenido si hubiese dispuesto del kit A90. Se instala en la parte superior de las cajas y proyecta contra el techo una señal emitida por un tweeter y un mid-woofer para recrear la posición X.X.2 en un sistema Dolby Atmos virtual.

¿Dispersión vs Focalización? También podría definirlo como Ambiente vs Escenario. En el Home Cinema es mucho más importante introducir al espectador en la escena que no la opción de ser muy precisos en la ubicación de la fuente de sonido. Por este motivo, es necesario llenar toda la sala con el clima sonoro buscado y deseado para vivir “en primera persona” la acción visionada. En el mundo estéreo clásico, la teórica restitución del escenario real (más literatura que realidad) es la premisa máxima. El paso del Mono al Estéreo provocó no pocas controversias, seguramente estamos en una época de cambio (o no) y los acérrimos defensores de cada postulado lucharán entre ellos por conseguir tener (la banal) razón. Yo me limito a vivirlo y posteriormente comentarlo entre ustedes.

Corrijo al alza el subwoofer para obtener más presencia sonora, Victor Hugo se tapa la cara, Les Misérables (BSO) con Rossell Crowe entra en escena. Y con la contundencia de su inicio “Look Down” la sala se estremece toda ella. Esta obra es una explicación en si misma de qué significa ambiente cinematográfico sonoro en grado máximo. Perlas del sonido “The Confortation”, “Do you hear the people sing?” (cantas con todas tus fuerzas, ya que estas “dentro” del coro), “Building the barricade”. Dentro del género de los musicales tendríamos que diferenciar de forma clara, más o menos, los llevados a cabo en este milenio y en el anterior, aproximadamente. Antes los musicales se concebían como películas que enlazaban, una detrás de la otra, canciones y que el hilo argumental era la historia o guion. Desde hace años, el hilo de continuidad de un musical lo marca el sonido, la continuidad y la intensidad son dirigidas por la sonorización mucho más que no las propias letras del guion mismo. Esta es una evolución más de la actualidad. Al igual que los efectos especiales dominan cualquier escena visual, estas parecerían ridículas sin el refuerzo sonoro necesario y buscado.

Vengo experimentando desde hace tiempo un cambio en la concepción del sonido. Vivimos en transición. Me acuerdo perfectamente del paso del vinilo al CD. Fue traumática para mucha gente. Era una revolución, la de la fuente de sonido; dejando aparte las discusiones que se produjeron y, a día de hoy, aún existen, pasar de analógico a digital fue radical. Y todo el mundo se dio cuenta de ello. Ahora vivimos idéntica revolución, pero silenciosa. Estamos pasando del estéreo al multicanal. Estamos ganando cosas y perdiendo otras, como ya nos pasó en el pasado. Mi mente abierta a recibir nuevas sensaciones y a vivirlas me hace alegrar de ello. Los altavoces Definitive Technology BP9040 son nuevos, no por su fecha de presentación sino por su concepto sonoro. Incluso en estéreo rezuman multicanal por todos los lados. Y esto no es un problema sino su clara característica. La facilidad de creación de ambientes sonoros, de llenar una sala sin demostrar en ningún momento fatiga o saturación hacen de ellos un compañero muy interesante para cualquier buen aficionado a las series o películas actuales, ya que son capaces de crear ese sonido artificial tan buscado en las realizaciones modernas, huyendo del todo del sonido neutro.

A día de hoy, se presentan muchas realizaciones de altavoces con las premisas del milenio pasado y tal como mencionaba al principio, eso no es ni bueno ni malo. Lo importante es saber que existe esta diversidad y que cada uno se valore a sí mismo con cuál de las dos verdades se siente más a gusto. El cliente siempre tiene la razón cuando habla de sus gustos y sus intereses y no comete el error de generalizar.