NOVENA DE BEETHOVEN

Este año 2020 además de pasar a la historia como el año del Covid 19, también pasará por ser el año de la celebración del 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Las discográficas han hecho un esfuerzo y han sacado ediciones de su obra completa y en todos los auditorios estaban programadas sus obras, conciertos que nunca se celebraron por la pandemia viral.



LUDWIG VAN BEETHOVEN


Nace en Bonn el 16 o 17 de diciembre de 1770 y es el segundo de siete hermanos, de los que sólo sobreviven tres, quedando entonces él el mayor. Su padre Johann, hereda de su padre las inclinaciones musicales, llegando a ser maestro de capilla en Bonn y hereda de su madre, la inclinación a la bebida, siendo alcohólico toda su vida. Estas dos inclinaciones paternas marcarían toda la vida de Beethoven. Durante sus tres primeros años de vida fue feliz con su abuelo, que lo protege y cuida. Al fallecer éste, Beethoven con cuatro años, queda en manos de su padre, siendo víctima de malos tratos y brutalidad, al igual que su madre.


El padre se dio cuenta de que Beethoven tenía cualidades para la música y sabiendo los pingües beneficios que le había dado Mozart a su padre, lo intentó imitar, haciendo creer a Beethoven que era dos años menor de lo que realmente era, para así, poder exhibirlo como niño prodigio y someterlo a una niñez amarga, penosa y triste, obligándole a tocar el clave horas y horas, incluso de noche, con lo que tenía el colegio un poco abandonado.


Dotado de una gran inteligencia y posiblemente, aunque no se ha comprobado, de oído absoluto, Beethoven va adquiriendo habilidad y formación musical que le lleva con 15 años a tocar la viola en la Corte de Bonn cobrando 150 florines con lo que mantiene a la familia que el padre prácticamente había abandonado.


A estas alturas Beethoven apenas sabía leer, sumar y escribir, y gracias a este puesto de músico, entra en otros círculos sociales. La familia Reis, recomienda al joven Beethoven a la Sra. Viuda de Von Breuning como profesor de piano para sus hijos Cristobal, Esteban, y Leonora, y ella lo admite y lo trata como si fuera otro hijo. El cambio de ambiente se hizo notar en Beethoven. Se le despertaron el deseo de lograr una cultura digna de su rango artístico. (Esto lo tuvo siempre bien claro, nunca sería noble ni aristócrata, pero estaba a la misma altura que ellos). Atesora cultura y empieza a leer a los clásicos. ( Al morir se contabilizan en su casa 70 libros). En 1785 Schiller publica la Oda a la Alegría (An die Freude) y es ya aquí, a los 15 años, cuando Beethoven declara a sus amigos la intención de poner música al poema.


La madre muere de tuberculosis en 1787. Beethoven, que llevaba unos meses viviendo en Viena, regresa a Bonn y allí se queda 5 años al cuidado y mantenimiento de sus hermanos de 13 y 11 años, tocando el violín en una orquesta y como profesor de piano. El padre muere en 1791.




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Gracias al conde Waldstein consigue que el príncipe elector costee todos los gastos para que se traslade de nuevo a Viena en 1792.



  • Desde aquí y hasta 1802, sería su primer período compositivo. LA ETAPA CLÁSICA.
  • Tiene una asignación de 600 florines anuales.


    A los 28 años empieza a tener problemas de audición, intenta ocultarlo y comienza su aislamiento. En 1802 se desespera por su sordera y redacta el Testamento de Heiligenstadt, lo que parece una nota de suicidio.


    A esta etapa pertenecen: las 15 primeras sonatas para piano, los dos primeros conciertos para piano y orquesta, los primeros cuartetos de cuerda y las dos primeras sinfonías.


  • Desde 1803 hasta 1814, sería su segundo período compositivo. LA ETAPA REVOLUCIONARIA.
  • Es la etapa más fecunda de toda su carrera. Ahora ya, tiene una asignación anual de 4000 florines.


    En 1812 sólo percibe las frecuencias graves. Cuando en 1813 dirige su Séptima sinfonía y la Batalla Vitoria comenta "Yo escucho bien el tambor".


    En 1814 tuvo lugar en Viena el Congreso de numerosos jefes de Estado que decidirán el futuro de Europa después de la derrota de Napoleón. Hubo bastantes conciertos y Beethoven participó en varios de ellos, aumentando su fama notablemente. A esta etapa pertenecen: el resto de sinfonías hasta la octava, misa en do mayor, 13 sonatas más para piano y el grueso de las 343 obras que compuso.


  • Desde 1815 hasta su muerte, sería su tercer período compositivo. LA ETAPA ABSTRACTA
  • En 1815 muere su hermano Karl y deja un hijo de corta edad a la tutela de Beethoven, éste hecho anulará a Beethoven unos años, compositivamente hablando.


    En 1816 ya no oculta su sordera, es inevitable, no oye nada y toda su comunicación es escrita, mediante cuadernos que siempre le acompañan.


    A esta etapa pertenecen: misa solemnis, novena sinfonía, 5 últimos cuartetos de cuerda, variaciones Diabelli y las 4 últimas sonatas para piano, principalmente.


    El 27 de marzo de 1827, era un día de tormenta, sombrío; una tempestad de nieve, acompañada de relámpagos y truenos se desencadenó a las seis de la tarde y Beethoven muere. "Plaudite amicis. Finita est comedia".



    Vivir con la genialidad


    Para Beethoven saberse genio fue un suplicio. Toda su vida estuvo marcada por ese camino que él sabía que debía recorrer, una señal inequívoca que lo llevaría hacia un final que intuía, que identificaba pero que desconocía. Una fuerza interior que lo esclavizaba y anulaba el resto de su actividad diaria. Esta fuerza, su carácter y su obsesión por el dinero lo incapacitaban para las relaciones sociales que unido a su sordera, a partir de la segunda mitad de su vida, lo aislaron definitivamente. Qué hubiera sucedido si no hubiera tenido sordera, si no hubiera vivido en ese infierno interior.


    Beethoven abrió todos los caminos rompiendo con la herencia musical anterior y creando lo que serían las bases para las generaciones venideras, adelantándose casi un siglo a su época. Sonatas para piano, sinfonías y cuartetos de cuerda fueron su carta de presentación y gran legado para la humanidad.


    Beethoven fue el primer músico que cobró por su trabajo, escribía por encargo, se preocupó por los derechos de autor, gestionando, su hermano y él mismo, su obra;cobraba por sus conciertos alquilando las salas y gestionando la venta de entradas, como si fuera un artista actual en gira; otras veces iba a porcentaje o comisión por las entradas vendidas. Negociaba con los editores, las discográficas de entonces, cobrando incluso adelantos por sus trabajos. Más de una vez cobró sin entregar nada a cambio y otras, vendía a varios editores a la vez haciéndoles creer que tenían la exclusividad en la publicación. Destrozaba pianos que los fabricantes le regalaban para que diera su opinión, como una estrella de rock actual. Gracias a él y a Liszt después, el piano se desarrolló hasta el nivel que conocemos hoy día. Componía para el piano aún sabiendo que había sonidos que no se podían ejecutar todavía.


    Es el primer romántico, el primero que se pone en el centro de su música "la música va hablar de mí" algo que ya habían hecho antes los pintores. Escribe música pensando como creador, "todo en la partitura pasa por mí".


    Leonard Bernstein dice: "La música de Beethoven es perfecta, porque después de cada nota, la siguiente nota es la nota perfecta y todas las notas que siguen son la nota perfecta"




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    SINFONÍA No9 EN RE MENOR, Op. 125


    En 1815, Beethoven se hace cargo de la tutela de su sobrino, entra en disputas legales con la madre de la criatura y esto le quita mucho tiempo y le da muchos disgustos, además en 1817 subió mucho la inflación en Viena y desaparecieron muchas orquestas privadas que eran las que compraban a Beethoven las partituras, otra razón más, esta vez más prosaica, por la que apenas componía. Perdía dinero pero su fama aumentaba en Austria, Alemania e Inglaterra, desplazando a Mozart y a Haynd. Tendrán que pasar 10 años desde la Octava para que vea la luz la siguiente sinfonía, la Novena. El germen de esta sinfonía surgió en 1785 y pasaron 37 años para poder darle forma. Empezó a esbozarla en 1816 y la terminó en marzo de 1824.

    En el verano de 1822 tiene una crisis emocional por la muerte, un año antes, de Josephine van Brunsvick (¿la amada inmortal?). Beethoven con 52 años, ictericia, reumatismo, conjuntivitis crónica, sordera total y una depresión que le lleva a vestir como un mendigo completamente desaseado, recibe de la Sociedad Filarmónica de Londres el encargo de escribir una sinfonía para ella. En este estado, comienza a dar forma a los esbozos que tenía de La Novena. Recibe 50 libras de la época por en el encargo de La Novena, unos 7000 € actuales. Al final no se estrena en Londres y se estrena en Viena. Parece ser que Beethoven nunca devolvió este adelanto de 50 libras.


    El 7 de mayo de 1824 el Teatro Kärntnertor estaba abarrotado. El palco imperial estaba vacío, pero la aristocracia estaba bien representada.


    El programa era maratoniano: la obertura La consagración de la casa, el Kyrie, el Gloria y el Credo de la Missa Solemnis y La Novena Sinfonía.


    El elenco musical era enorme para la época, pues se había incrementado la orquesta del teatro con músicos aficionados: 24 violines, 10 violas, 12 violonchelos y contrabajos, más vientos y maderas a dos. El coro para la Misa y la Sinfonía ascendía a 90 personas incluidos algunos niños sopranos. Encabezando la sección de cuerdas estabaSchuppanzigh por condición inexorable de Beethoven, que tuvo que renunciar a una mejor sala como el Theater an der Wien por no aceptar esta condición beethoveniana. Beethoven se situó en algún lugar delante del director Michael Umlauf, que había dado órdenes a la orquesta de que no siguieran el tempo que marcara Beethoven.


    La idea de ejecutar todo aquello con una orquesta de músicos no profesionales y un coro de aficionados sin apenas ensayos previos, resulta dolorosa. Posiblemente, fue uno de los pocos días en la vida de Beethoven en que tuvo suerte de estar sordo.


    Aun así, al terminar el concierto le ofrecieron 5 salvas de aplausos, tuvieron que intervenir las fuerzas del orden, porque sólo se permitían hasta 3 salvas de aplausos si estaba la familia imperial.


    Beethoven de pie frente al director, vestido con una levita verde porque no tenía un traje negro, más adecuado para la ocasión, permanecía ajeno a todo lo que estaba pasando, marcando el tiempo, perdido en la música dentro de su cabeza, hasta que la soprano Karoline Unger le tiró de la manga para que se volviera y contemplase la ovación que era incapaz de oír. Fuera así o no lo fuera, no deja de producir una tristeza abrumadora. Cuando tras el concierto le presentaron el informe de taquilla y Beethoven comprobó que su beneficio, aunque el teatro se había llenado, era de unos 420 florines, entró en cólera y se desplomó en el suelo. Si las ganancias eran tan bajas era por culpa de alguien, había sido engañado, y encima por sus amigos.


    Nada más lejos de la realidad, el concierto fue un éxito pero Beethoven era así.

    "¿Sabes de dónde venía Beethoven ? De las ciento ocho sinfonías de Haydn.
    -Y también de las cuarenta de Mozart.
    -Cierto. Pero Beethoven sólo pudo escribir nueve. Porque casi las nueve viven en otro peldaño de complejidad moral." (Yo confieso, de Jaume Cabré)


    GRABACIÓN SELECCIONADA



    Herbert Von Karajan, Orquesta filarmónica de Berlín y Cantores de Viena. Vinilo perteneciente a la primera grabación estéreo de la integral sinfónica de 1961/62. 1963. DG.


    Beethoven

    He elegido esta, como podía haber elegido otra de las citadas al final en la discografía, porque aunque es un poco más rápida y viva que el resto, en su conjunto me parece muy equilibrada y el sonido me parece fantástico. No me gusta nada que sea en un solo vinilo porque el tercer movimiento está partido entre la cara A y la cara B, muy típico en esos años de grabación. Otra fantástica opción sería la de Solti con un movimiento en cada cara y la de Böhm, en la que su tercer movimiento, mucho más lento de lo habitual es simplemente maravilloso e hipnótico.


    Orquestación: 2 flautas y flautín, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagot, contrafagot, 4 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbales, percusión (platillos, triángulo, bombo), cuerdas, cuarteto de solistas y coro.



    PRIMER MOVIMIENTO, ALLEGRO MA NON TROPPO UN POCO MAESTOSO
    "El comienzo es un estado de inminencia, algo está por acontecer, pero algo grandioso, colosal, descomunal. Un sublime desperezarse" Eugenio Trías.
    Nadie hasta la fecha había escrito un comienzo así, inconmensurable, gigantesco, amenazador incluso.

    Empieza en un acorde de "la" sin tercera, no se sabe si es mayor o menor, este acorde "la-mi" como algo abstracto ( a partir de 1815 empieza la tercera época de Beethoven, su época abstracta, de vanguardia) y rápidamente nos lleva a un re menor, al acorde de la tragedia heroica; es decir, arranca desde la mentalidad abstracta de la tercera época al Beethoven heroico de la segunda época, al treintañero.

    Como bien dice Eugenio Trías, es un estado de inminencia, que más adelante utilizarían otros compositores como por ejemplo Brukner en su tercera, cuarta y novena sinfonías, Mahler en su primera sinfonía, Titán, y Wagner en el comienzo de su Anillo.

    Su estructura es:
    Tema A, el inicio es un tópico maestoso sombrío con metales y percusión.

    Tema B, más afectuoso, más fluido, se inicia con el oboe, clarinete y flautas seguido de violines.

    Diálogo entre temas y reexposición y desarrollo dramático.

    Reexposición grandiosa del Tema A con gran redoble de timbales y del Tema B.

    Gran coda final.

    Beethoven

    SEGUNDO MOVIMIENTO, MOLTO VIVACE
    Beethoven sitúa el scherzo como segundo movimiento en vez del habitual tercero, algo nuevo en sus sinfonías. Después del final del primer movimiento que acaba como en una especie de marcha fúnebre, este segundo movimiento es como una alegría báquica ferozmente expresada, un olvido desesperado, como una respuesta burlona al oscuro re menor del primer movimiento.

    TERCER MOVIMIENTO, ADAGIO MOLTO E CANTABILE
    Aquí Beethoven recupera la "meditación junto al arroyo" de la Sinfonía Pastoral (su sexta sinfonía), la serenidad como una corriente del ánimo, un grandísimo cuadro sobre la paz interior, la verdadera paz. Una evocación hermosa y profunda de la tranquilidad y La Paz arcádica. Es uno de los movimientos sinfónicos de la historia que más me gustan.

    CUARTO MOVIMIENTO, PRESTO
    Este último movimiento se divide en 5 partes o capítulos, como queramos llamarlo.
    1a- Desde el comienzo hasta la entrada del bajo o barítono.
    2a- Desde la entrada del barítono hasta la "pachanga" o "Turquerie".
    3a- Desde la "pachanga" hasta el "Abrazaos millones de criaturas...".
    4a- Desde el "Abrazaos millones de criaturas" hasta diálogo entre tema alegría y abrazo.
    5a- Se combinan tema alegría y abrazo hasta final. Hay autores que añaden como otra parte más, que sería la gran coda final que desfigura el tema del abrazo en otra "Turquerie".

    PRIMERA

    Comienza con un estado de agitación, que sería el estado natural de Beethoven, representado por los metales y timbales. Este comienzo del cuarto movimiento te levanta de la silla ya de por si, pero con más motivo después del calmado tercer movimiento. Pasamos de esa paz interior a este estado de agitación a un volumen atronador como si de una tormenta se tratara y el cielo se resquebrajara. La bóveda celeste está muy presente en todo el movimiento.




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    Inmediatamente empieza la búsqueda de la alegría por parte de los contrabajos y violonchelos y recuerdan los movimientos anteriores:

  • El recuerdo del primero y Beethoven escribe al pie de la música: "no, esto nos llevaría con el recuerdo a nuestro estado de desesperación"
  • Avanza la música y recuerda el segundo: "esto tampoco, no es más que una farsa, sólo un poco más alegre, encontremos algo más hermoso y mejor"
  • Avanza la música y recuerda al tercero, el adagio tan meditativo: "esto tampoco, es demasiado tierno, es necesario encontrar algo más decidido, más vivo"
  • Sigue un poquito más y: "¡Ah! Esto es, esta vez lo he encontrado, alegría", Beethoven anota esto junto al contrabajo recitador.

  • Y la orquesta toca el Himno a la Alegría tres veces. La primera vez, es un rumor de contrabajos, como un susurro de alegría. La segunda vez, cuerda más fagot, contemplativo totalmente.


    La tercera vez, violines y toda la cuerda, alegría como abundancia hasta la entrada marcial, heroica, de los metales.


    El diálogo inicial de los contrabajos y violonchelos rechazando e interrumpiendo los temas de la orquesta, siempre lo he visto como el run run de la cabeza de Beethoven en uno de esos raptus componiendo y paseando por la naturaleza. Es tan generoso que nos muestra cómo componía pensando en un todo, uniendo los tres movimientos anteriores a este cuarto, como en un diálogo de este último con los anteriores.


    Beethoven


    SEGUNDA

    Un crescendo de toda la orquesta para quedar callada de repente y en ese silencio, que dura apenas un instante, aparece el barítono solo " ¡Oh!, amigos, no en esos tonos...." (esta parte la escribe Beethoven, el resto es una selección de la Oda de Schiller) canta el Himno de la Alegría, entra el coro y después las variaciones del cuarteto vocal solista.


    El comienzo de esta parte es de lo más estremecedor de toda la obra, recomiendo escucharla a un volumen alto, generoso, que esa voz haga temblar la habitación. Me gusta mucho cuando entra la cuerda para acompañar al barítono, es de una delicadeza estremecedora.



    TERCERA

    El coro grita a voces "...y el querubín está ante Dios... ante Dios...ante Dios" y se produce un silencio repentino, como en la segunda parte, antes de la entrada del barítono; y suenan unas notas tímidas, grotescas, irrisorias por parte de fagot, contrafagot y timbal hasta que van apareciendo platillos, triángulo, vientos, barítono, cuerda y coro.


    Pasamos de algo grandioso, colosal, como es el coro cantando "...ante Dios" a algo chabacano, torpe, fuera de lugar que da hasta risa de lo ridículo que es. Esta pachanga o turquerie la pone Beethoven aquí porque según parece, el verso original de Schiller antes de la censura de la época (la versión que conocemos actualmente es la décima que hizo Schiller, "todos los hombres serán hermanos") decía: " el príncipe y el mendigo serán hermanos", una frase muy fuerte para esa época en la que la diferencia de clases era sagrada.


    La música nos dice que el príncipe y el mendigo serán hermanos, lo elegante, lo magnífico y lo plebeyo o vulgar, suenan juntos. Es un canto de hermandad contra las diferencias sociales de todo tipo. Otra interpretación sería que la Sinfonía está pensada para abandonar el ideal heroico y sustituirlo por uno individual, espiritual y social, siendo el espíritu militar aquí objeto de burla.


    Beethoven utiliza el recurso de la fuga como conflicto, persiguiéndose las voces de la orquesta para enfrentar estas dos fuerzas en una batalla que acaba con el jadeo extenuante de las trompas, simulando esa fatiga de la batalla. Las fuerzas de la alegría o hermandad contra sus enemigos, utilizando una variación del tema de la alegría llevando al coro a cantar, más grandioso que nunca, el tema de la alegría. "Alegría, hija del Elyseo..."


    El Elíseo es el paraíso de los guerreros, la alegría no es la hija del jardín del Edén o de la arcadia (paraíso de la inocencia o la pureza), la alegría verdadera es de los que han luchado, hija del Elíseo. Esta es la filosofía de la alegría de Beethoven, sólida, heroica, realista y no mística o etérea como sería en Mozart o en Haynd. Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad.



    Beethoven

    CUARTA

    Todas las voces graves al unísono con metales, en la antigua figura del Énfasis.


    "Abrazaos, millones de criaturas" la cuerda dibuja como una bóveda celestial, un padre amoroso y la música se postra ante Él "¿Os postráis, millones?"


    La música aquí hace unas notas larguísimas, dibujando la eternidad en la que habita este padre amoroso. Aquí se crea un ambiente de voces y cuerda que a mí siempre me ha recordado, salvando las distancias, al Réquiem de Ligeti, famoso por ser parte de la banda sonora de "2001, odisea en el espacio" 140 años después. Este ambiente "astronómico" desencadena en la siguiente y última parte.



    QUINTA

    Aquí se combina el poder de la alegría y el abrazo de todas las criaturas. Beethoven une magistralmente los temas de la primera y cuarta parte, une la visión humanística y la espiritual en el camino hacia el Elíseo. Las sopranos tienen que sostener un "la" agudo durante doce brutales compases.Los solistas siempre se han quejado de la dificultad vocal de este movimiento, demasiado agudo para todas las voces. A día de hoy sigue siendo una de las partituras más complicadas vocalmente.


    En la coda final, desfigura el tema del abrazo en otra turquerie: metales, percusión, coros y toda la orquesta al máximo para el final apoteósico.


    Beethoven entró en la historia con un rito colectivo que no sólo predica un sermón sobre la libertad y la fraternidad, sino que aspira a contribuir a que se realicen. En el Finale, el tema Freude, prefigurado desde el principio, se construye prácticamente delante de nuestros oídos, primero canturreado, luego compuesto, recompuesto y descompuesto. La Novena es también música sobre la música, sobre su propia gestación, sobre el compositor componiendo. ¿Y para qué? "¡Abrazaos, millones, multitudes! ¡Este beso sea para todo el mundo!" dicen las frases del finale, en el que Beethoven erigió un movimiento de trascendental alcance a partir de una humilde cancioncilla que cualquiera puede cantar.


    Hay algo conmovedor en el momento en que este hombre rechoncho, pequeño, de cuello recio y cabellos muy espesos y erizados, de nariz ancha y corta, de risa desagradable y violenta; sin infancia, sordo, solitario, enfermo, misántropo obligado, tremendamente enamoradizo y que casi nunca fue correspondido; nos saluda a cada uno, con la copa en alto, llamándonos sus amigos.


    "Usted es príncipe por azar, por nacimiento; en cuanto a mí, yo soy por mí mismo. Hay miles de príncipes y los habrá, pero Beethoven solo hay uno, yo.” Es la respuesta de Beethoven a su mecenas, el príncipe Lichnowsky, cuando éste le ordena que se siente al piano.



    CURIOSIDADES


    Declarada Patrimonio Cultural por la Unesco. Su último movimiento fue adoptado en 1972 por el Consejo de Europa como su himno y en 1985 fue elegido por los Jefes de Estado y de Gobierno como himno oficial de la Unión Europea. Goebbels la hacía tocar para celebrar el cumpleaños de Hitler. La República Democrática Alemana la convirtió en su Himno. Mao la utilizó para motivar a los trabajadores del campo. Los pilotos Kamikaze escuchaban esta obra. A fin de cuentas, los puntos de vista sobre la Novena dependían del tipo de Elíseo que cada uno tuviese en mente. A pesar de ello, su mensaje humano, el compromiso con la humanidad es indestructible.


    "La humanidad es grande, pero cada hombre aislado no es nada".
    Después de 150 años de la muerte de Beethoven va a influir esta novena sinfonía en la creación del CD Rom. El 8 de Marzo de 1979 se presentaban en Eindhoven las especificaciones técnicas preliminares de lo que iba a ser el CD Audio. Se consideraba que debería medir 115 milímetros de diámetro, para coincidir con la diagonal de la cassete tradicional y que tendría una duración de 60 minutos.


    Se cuenta, que fue la esposa del fundador de Sony, quien insistió que se preguntara a Karajan sobre la duración para música clásica y éste manifestó que sería imperdonable partir en dos la obra suprema de la música clásica, y ante la máxima duración habida por esta obra en el Festival de Bayreut que duró 74 minutos y 23 segundos en la versión de Furtwängler, se modificaron las especificaciones técnicas, ya definitivas, para el CD Audio de 120 milímetros de diámetro y el tiempo de reproducción se ampliaba a los 74 minutos y 23 segundos.



    BIBLIOGRAFÍA


  • "Entendiendo a Beethoven" Discurso de ingreso en la Real Academia Europea de Doctores, como Académico de Número, en el acto de su recepción el 17 de mayo de 2016 Excmo. Sr. Dr. Francisco Javier Tapia García Doctor en Medicina y Cirugía
  • "Beethoven" de Jan Swafford, Ed. Acantilado. Libro muy recomendado, vives con Beethoven mientras lo lees.
  • "El canto de las sirenas" Eugenio Trías, Ed. Galaxia Gutenberg.


  • DISCOGRAFÍA


  • Wilhelm Furtwängler, Coro y orquesta del festival de Bayreuth, directo, 1951. EMI Toscanini, Orquesta sinfónica NBC y coral Robert Shaw, 1952. RCA VICTOR.
  • Herbert Von Karajan, Orquesta filarmónica de Berlín y Cantores de Viena, primera grabación estéreo 1961/62. 1963. DG.
  • Otto Klemperer, Orquesta y coro Filarmonia, 1966. LA VOZ DE SU AMO. EMI.
  • Otto Klemperer, Orquesta y coro de Londres, 1970. COLUMBIA..
  • Leopold Stokowski, Orquesta sinfónica y coro de Londres, 1970. DECCA.
  • Sir Georg Solti, Orquesta sinfónica y coro de Chicago, 1972. DECCA.
  • Isaie Disenhaus, Orquesta filarmónica y coros de Stuttgart, 1977. ZAFIRO.
  • Leonard Bernstein, Filarmónica de Viena, 1979. DG.
  • Ormandy, Orquesta de Filadelfia y coro mormón tabernacle, 1981. CBS. COLUMBIA
  • Karl Böhm, Orquesta filarmónica de Viena y coro de la Ópera estatal de Viena, 1981. DG
  • Herbert Von Karajan, Filarmónica de Berlín y cantores de Viena, 1984. DG.
  • Daniel Barenboim, Staatskapelle de Berlín y coro alemán Staatsoper de Berlín, 2000. TELDEC.
  • Cyprien Katsaris, piano, transcripción a piano por Franz Liszt, 2003. TELDEC.

  • PlayList de los artículos de Jesús Encinar

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