Cambridge Audio EVO S, el altavoz reversible

La firma británica hace un año nos presentó su altavoz de la gama EVO, el modelo S. Para quien no conozca las características principales de esta serie, podríamos definirla como la versión LifeStyle de la compañía. Con acabados de presencia moderna y actual, huyendo de la imagen más formal y clásica de otras series como la AX, la CX o incluso la AZUR 851, aunque esta última hay que reconocer que está a medio camino (estéticamente hablando) de la CX y la Edge. Siempre doy una gran importancia al aspecto visual de los sistemas porque los tenemos en lugares destacados, en los hogares y, por lo tanto, este también es un elemento dentro de la ecuación de valoración.

Los altavoces EVO son un modelo de estantería real. Sus dimensiones 283,5 mm × 199,5 mm × 216,3 mm y su peso, 7,1 Kg lo hacen accesible a cualquier estante, aunque sea colgante. Otro aspecto a destacar es su peso respecto al tamaño que tiene. Visualmente, los ves reducidos y las manos se ponen blandas para moverlos. La primera vez engaña de verdad. Además, el acabado en fibra de densidad media los hacen resbaladizos y terminas gestionando el dispositivo con la máxima precaución posible para evitar dañar su acabado brillante.

Está formado por dos transductores, un tweeter de cúpula de seda 1 × 25 mm (1’’) y un woofer de cono de aluminio anodizado 1 × 165 mm (6,5") para gestionar los bajos y medios. En la parte posterior, un puerto de evacuación y los bornes de conexión chapados en oro. Finalmente, en la caja también viene una rejilla de protección de polvo, magnética, dos espumillas para moderar la salida de evacuación del puerto bass-reflex y ... unos cables de conexión acabados en banana.

La memoria a partir de los 50 te juega malas pasadas, pero creo recordar que es la primera vez que recibo, con unos altavoces pasivos, cables de conexión. Esto explica muchas cosas sobre a qué segmento de público va dirigido el producto. Y esto no es ni bueno ni malo, es tener las ideas claras hacía los potenciales clientes y darles todo lo necesario desde el minuto 0. En mi caso, los recibí de forma conjunta con el hermano menor de la familia EVO en amplificador y streamer, el modelo 75; y entre las dos cajas no me hacía falta nada más para poner en marcha el sistema y empezar a escuchar música.

Antes de entrar a valorar su sonido, os quiero hacer un comentario que le da una versatilidad a estas cajas que la mayoría no tiene. Tiene que ver con la ubicación final de donde las coloquéis. Su diseño elegante y particular permite hacer algo loco aunque efectivo a más no poder. Si tenéis que poner los altavoces a una altura igual o superior a 1,30 metros, os recomendaría ponerlas «boca abajo», al revés o como prefiráis decirlo. La idea es simple, mantener el tweeter dentro del rango ideal de escucha estando sentado. Y la presencia de las cajas lo permiten. El acabado de los modelos EVO es apoyados en un pie que se forma por el pliegue hacía dentro de sus cuatro paredes exteriores. Y en la parte superior son lisos. Por lo tanto, podemos poner la parte lisa como soporte y ver el pie creado por el pliegue sin desmerecer para nada la imagen. Pero incrementando con esta pequeña artimaña, la zona de confort auditivo en casi 25 cm.

En unos altavoces existen muchas variables que influyen de manera decisiva en el sonido entregado. Estoy hablando de recinto abierto o cerrado. Dentro de los cerrados, herméticos o con puertos de evacuación del flujo de aire. Y dentro de los que disponen salida, si esta es canalizada, amortiguada o libre. Variables como la capacidad en litros interna, el número de vías, el número de transductores, la utilización de recinto compartido o separado para cada corte de frecuencia, el propio divisor de frecuencia, etc.

Sin ser un matemático, no hace falta ser un genio para entender que existen miles de posibilidades, en combinación de distintas propuestas, y que el sonido obtenido es la suma de las virtudes y los defectos de cada una de las soluciones adoptadas.

Voy a fijar mi mirada en el cono de aluminio anodizado del subwoofer/midwoofer. Solo leyendo esto, ya sé que voy a necesitar de mucho empuje en el amplificador para mover con soltura esta membrana tan dura. Respecto a las membranas de fibra de celulosa tratada, podemos decir que necesitamos de un 20% más de «vitamina», como mínimo, para idéntica presencia sonora. Esta dureza le da una respuesta mucho más rápida y contundente con el espectro bajo del sonido. La onda generada es mucho más direccional y menos dispersa que con soluciones de celulosa. Al mismo tiempo, al compartir transductor con los medios, estos se ven condicionados de forma sensible.

El tweeter de seda es una solución muy habitual y tiene toda su lógica. Con una presencia más amplia de banda que otras opciones, complementa los medios en su pasante superior, entregando una imagen sonora más equilibrada. A diferencia de otros tweeters, no tienes en ningún momento la sensación de llegar muy arriba, aunque si la de equilibrio tonal.

La música con la cual he asociado mentalmente el sonido de estos altavoces ha resultado ser una gozada total. Con Anastacia, y su «I’m Outta Love» me he sacado un montón de años de encima y la potencia vocal, siempre al límite de sus capacidades antes de romperse, se presenta en mi salón con contundencia, como debe ser. Sin abandonar el «Ultimate Collection», «Left Outside Alone» me ha dejado pegado al sofá. Si no conocéis este álbum, escucharlo.

Cada público tiene y necesita de su producto adecuado. Este lo es, sin duda, conjuntamente con alguno de los amplificadores EVO de la serie, el 75 o 150 de un match ganador en presencia visual. Fácil de colocar en cualquier sitio y con una presencia que los convierte como una pieza decorativa sin más. El sonido que vamos a recibir es más que correcto y el mayor catálogo musical de los oyentes que valoran tanto la calidad como la estética van a ser satisfechos. Buscan una tipología de público y creo que han dado en el clavo. Tenemos que tener en cuenta, que dentro de su categoría de precio, es una gran opción para los amantes de la música más impactante y dinámica, a costa de perder, como es lógico, detalle y matices.