Canto de sirenas
Jesús Encinar

Jesús Encinar
Iberia y la Santísima Trinidad

IBERIA Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD
(PADRE, HIJA Y ESPÍRITU SANTO)



"España está por descubrir y sólo la descubrirán españoles europeizados"
Miguel De Unamuno



¡Hola! soy Jesús Encinar, tengo 52 años y colecciono "Iberias".
Esta bien podría ser mi presentación en la primera sesión de Coleccionistas Anónimos, caso de que existiera tal asociación y de que yo quisiera tratarme, pero no amigos, nada más lejos de la realidad.
Me adentré en este mundo sonoro que es Iberia en el año 1985 con una de las versiones más bonitas, la de Rosa Sabater ( amiga y compañera de Alicia de Larrocha) grabada en una casette que me regaló un amigo y que conocía personalmente a la pianista. En el 2017 se puso en contacto conmigo una persona que tenía la versión original en doble vinilo de esta artista perteneciente a su fallecido padre y me preguntaba si estaba interesado en ella, porque sabía que me gustaba. Yo ya tenía por partida doble la versión en vinilo, pero no en su edición original. Es un gesto que agradeceré siempre.
Creo que con Iberia comenzó mi afición a coleccionar versiones de obras que me gustan.
A lo largo de todos estos años, he ido interiorizando esta música y soy consciente del cambio con el que cada vez me postro ante ella. Entiendo perfectamente a los pianistas que la abordan y graban varias veces, porque la percepción que se tiene de la obra, va cambiando a medida que pasa el tiempo, y también, a medida del tiempo que pasa uno con la obra.

Leí en una entrevista a Don José Saramago contestar: "yo empecé a escribir cuando tenía algo que decir," al ser preguntado por el periodista: -¿Por qué publicó su primer libro famoso a los 58 años?. Tan sólo necesitó ocho libros más para que le concedieran el Nobel de literatura en 1998.
Isaac Albéniz compuso Iberia entre los 45-47 años, dos años antes de morir, para decir todo lo que tenía que decir en el mundo del piano.

ISAAC ALBÉNIZ

(Camprodón, 1860- Cambo-les-Bains, 1909)



"Hay que hacer música española con acento universal, es decir, para que pueda ser oída y entendida por todo el orbe musical" Albéniz aconsejando a Falla y a Granados.

La biografía de Albéniz tiene mucho de leyenda que él mismo se encargó de fomentar y aumentar. Lo que sí que es cierto es que fue un virtuoso del piano y un compositor totalmente autodidacta. Es el primer pianista español que alcanza proyección internacional y prestigio como virtuoso, pero aún más importante que esto, es el hecho que con el piano albeneciano, España recupera un lugar destacado en el concierto internacional perdido en los siglos anteriores.
Albéniz vivió en España, Francia e Inglaterra y tuvo domicilio en Madrid, Barcelona, París y Londres.
En su casa de Barcelona tenía un piano de cola de la marca alemana Rönisch, que sólo tenía dos pedales, con lo que aquí no compuso los números de Iberia en los que especifica el uso del tercer pedal en algunos pasajes.
En su casa de Londres utilizaba un Bechstein de cola, que al final le regaló Francis Money-Coutts a la mujer de Albéniz, Rosita Jordana, cuando Albéniz murió. En su casa de Palma de Mallorca tenía un piano vertical. Y en París tenía un piano Erard.
No sabemos en qué piano o pianos compuso su Iberia durante los cuatro años que tardó, posiblemente en su Erard de París. ¿Cómo sería la sonoridad original pensada por el creador, cómo se tendría que interpretar?.
Cuando Albéniz escribió Iberia hacía más de quince años que había abandonado su carrera de concertista de piano para dedicarse a la creación musical. Con lo que Albéniz nunca tocó Iberia en público y si interpretó algunos pasajes, por su estado de salud ya no estaría en condiciones; no estaría "en dedos" que dirían los pianistas. Es una pena porque no podemos saber cómo lo interpretaba él. Los pianistas contemporáneos conocidos suyos como Joaquín Malats, Blanche Selva o su alumna Clara Sansoni, tampoco dejaron constancia en grabaciones y una vez que Rubinstein (que grabó dos piezas de Iberia) visitó a la familia, una vez fallecido Albéniz, por insistencia familiar tocó algunas piezas de Iberia y la viuda y una de sus hijas se miraron y dijeron "lo toca igual que lo tocaba papá." Estas palabras hay que cogerlas con pinzas, pues es bien sabido que Rubinstein era igual de fantasioso que Albéniz o más, en cuanto a creador de leyendas se refiere.

Joaquín Malats y Albéniz se carteaban, uno mandaba al otro los recortes de las críticas obtenidas al tocar sus piezas de Iberia, y el otro mandaba al uno, los agradecimientos por tocar sus obras y hacerlo tan bien:
Albéniz lleva al pentagrama una música popular hecha suya, reinventada e interiorizada. "Desde que tuve la dicha de oír tu interpretación de Triana, puedo decirte que no escribo más que para ti. Acabo de terminar bajo tu directa influencia de intérprete maravilloso el tercer cuaderno de Iberia. Creo que en estos números he llevado al españolismo y la dificultad técnica al último extremo y me apresuro a consignar que tú tienes la culpa de ello; con que ya sabes lo que te espera."

Iberia y la Santísima Trinidad


En su numerosa correspondencia sobre Iberia podemos leer que el pianista solicitaba al compositor que las partituras le llegaran con tiempo suficiente para poder estudiarlas. Malats habla de tres meses mínimo de estudio por cuaderno para poder interpretarlo en concierto, esto nos da una idea de la dificultad para interpretar la integral. Doce meses de intenso estudio para dominar la obra, eso explica en parte el porqué no ha habido, hasta los últimos años, tantos pianistas que se enfrenten a ella.
"Se trata de una obra enormemente exigente, que todas sus cualidades y sus dificultades deben ser asumidas por el intérprete con una convicción especial. Todas, pues de faltar alguna quizás su traducción sea correcta, aceptable sin pesar alguno, pero necesariamente incompleta. Naturalmente, el esfuerzo físico es otra cuestión a tener en cuenta. Encerrarse con los cuatro cuadernos de Iberia es como hacerlo con seis victorinos, presentarse ante el jurado a cuerpo limpio y a ver qué pasa.
La suerte o la muerte,
" como bien diría Luis Gago.
Es la obra que corona y cierra toda la vida creadora de Albéniz. Se trata de una partitura original y personal que se distingue por su fascinante técnica pianística, su avanzada armonía y sus osados y originales efectos instrumentales, reveladores de cómo Albéniz, orquestador mediocre, sabía extraer sonoridades verdaderamente orquestales de su instrumento, el piano.
Nuevas investigaciones presuponen que Albéniz compuso Iberia para orquestarla y que en ello estaba cuando falleció, tengo mis dudas al respecto, ya que a mí me parece una obra terminada, en la que nada falta y no hace falta nada más.
Jamás la música ha alcanzado impresiones tan diversas” decía Debussy.
La obra maestra de la escritura para piano” decía Messiaen.
Escrita en 26 meses, entre diciembre de 1905 y enero de 1908 y agrupados en cuatro cuadernos, las “Doce nuevas impresiones de Iberia” representan un emocionante canto de Albéniz a la España que no había sabido apreciar su música y sobre todo, a su amada Andalucía, región a la que están dedicadas once de las doce piezas.

Albéniz propone una nueva técnica pianística que va desarrollando a lo largo de las doce piezas. Poco a poco se va descubriendo un Albéniz más innovador y complejo, añadiendo lo que podríamos definir como manchas sonoras, disonancias cada vez mayores. Evolucionan tomando mayor presencia a medida que avanzamos en la obra, mostrándonos un mundo nuevo de colores, sonidos y ritmos, reflejos del folclore. Esta fue la genialidad de Albéniz, captar esos detalles.
Albéniz lleva al pentagrama una música popular hecha suya, reinventada e interiorizada.
Un factor importante que favoreció la difusión de Iberia, fue que la obra se publicó al tiempo de su composición, primero por la Édition Mutuelle en París (1906-1908) y más tarde por Unión Musical Española (1918) en Madrid y distribuida en Barcelona, Bilbao y Valencia.

A Albéniz lo englobaríamos en el pianismo postromántico, en la línea de Liszt y postlisztianos, pero a la vez abre una puerta a la modernidad junto a Debussy, Ravel, Bartók, Prokofiev, Messiaen y Ligeti.
Todo esto unido a lo que decíamos antes de su virtuosismo como pianista, hace que Albéniz haya sido el primer músico en internacionalizar España musicalmente. Iberia tuvo una importancia vital en su época, abriendo un mundo sonoro que luego explorarían los llamados impresionistas y tiene a día de hoy un lugar primordial dentro del repertorio pianístico de todos los tiempos. Pero en España no somos de sentirnos orgullosos de lo que tenemos, de lo que representamos, de lo que nos representa; no nos lo acabamos de creer. Preferimos envidiar al prójimo antes que admirarlo y sentirnos orgullosos de formar parte de ello.

IBERIA



La pianista Blanche Selva (1884-1942) fue la responsable del estreno de los cuatro cuadernos.
Cuaderno I.- En la sala Pleyel de París el 09-05-1906
Cuaderno II.- En San Juan de Luz el 11-09-1907
Cuaderno III.- En la casa de la princesa de Polignac, en París el 02-01-1908
Cuaderno IV.- En la sala de la Societé Nationale de Musique en París el 09-02-1909


Cuaderno I.- Dedicado a madàme Ernest Chausson, comprende las piezas:
Evocación.
El puerto.
Corpus Christi en Sevilla.
Cuaderno II.- Dedicado a Blanche Selva, comprende las piezas:
Rondeña.
Almería.
Triana.
Cuaderno III.- Dedicado a Margarite Hasselmans. El propio Albéniz dice de este cuaderno: “He concluido para Iberia una obra sentimental y bullanguera, épica y ruidosa, que es guitarra, sol y piojo. Creo que he llevado el españolismo y la dificultad técnica al último extremo.” Este cuaderno comprende las piezas:
El Albaicín.
El Polo
Lavapiés.
Cuaderno IV.- Dedicado a madàme Pierre Laló. En conjunto se trata del del cuaderno más difícil de los cuatro. Comprende las piezas:
Málaga.
Jerez.
Eritaña.


De resto de la obra de Albéniz destacaré lo que se viene en llamarse el “Quinto cuaderno” de Iberia compuesto por:
La Vega.
Navarra (que formaba parte de IV cuaderno y fue sustituida por Jerez)
Azulejos.
Navarra y Azulejos quedaron inacabados a la muerte del compositor y fueron completados por Déodat Sévérac y Enrique Granados, respectivamente.
Iberia, según la opinión del pianista Guillermo González, estudioso de la obra de Albéniz, “Es una obra triste. Escrita compulsivamente. Un enfermo que se levanta de la cama para escribir.

Las partituras originales fueron donadas por la pianista Blanche Selva al Orfeó Catalá. Aquí sólo figuraban cinco piezas: Sevilla, Corpus, Rondeña, Almería y Polo. La hija de Albéniz hizo la segunda donación a la Biblioteca de Cataluña de otras cinco piezas: Evocación, Albaicín, Málaga, Jerez y Eritaña. Lavapiés, fue donada por Vicente Moya al Museo de la Música. El Puerto, se encuentra en la Biblioteca del Congreso de Washington, donación del gran violinista Jascha Heifetz.

Spain is different



Los herederos de Albéniz ponen muchas trabas a los estudiosos de la obra del maestro para poder estudiarla y comprenderla, leyendo los originales del compositor. ( A José María de Eusebio le dieron diez minutos para que viera la música de la ópera Merlín)
La familia dio la Iberia al Orfeo Català que prometió un salón para la exposición de la obra. Pero esto nunca se produjo. A la vista de eso, se fueron a la Biblioteca de Cataluña, que es donde vino esa cosa extraordinaria que fue guillotinar la partitura para que cupiera en las cajas adecuadas, con lo cual en Jerez está cortado el acorde de arriba abajo, pero milagrosamente todavía se puede leer. Ante todo este trato, lo más curioso es que la partitura terminó en el Museo de la Música. Y ahí está todo. Las cosas que se consideraban importantes, y las que no.
” (Guillermo González, pianista)

La primera grabación de la integral Iberia la registró el pianista español Leopoldo Querol en 1954, seguido por las grabaciones de la pianista francesa Yvonne Loriod en 1955 y el catalán José Falgarona en 1956. Dichas grabaciones se realizaron en París para los sellos discográficos Ducretet-Thompson, Adès y Pathé-Vox, respectivamente. En América, graba su versión el pianista de origen cubano José Echániz (1955), y en España, a los cincuenta años de que Albéniz concluyera Iberia (1905-1908), el sello Hispavox publica la primera grabación de la integral por Alicia de Larrocha, realizada en Madrid en noviembre de 1957.
En la actualidad hay más de 70 grabaciones de la integral, siendo la edad promedio de los intérpretes de 44 años, dando a entender que se trata de una obra de madurez interpretativa; y más de 180 pianistas han grabado algo de esta obra a lo largo de un siglo, lo que muestra la importancia y transcendencia de Iberia para formar parte del repertorio de varias generaciones.

LA SANTÍSIMA TRINIDAD



ESTEBAN SÁNCHEZ HERRERO


(Orellana la Vieja, 1934-1997)



"¡Prodigioso, singular caso el de Esteban Sánchez! Salió a tocar como con hambre, como hambriento de años ante banquete suntuoso. Suda nada más sentarse, hace sudar al piano, lo limpia, da la nota de afinación para la orquesta como si fuera un cañonazo..."
Crítica de Federico Sopeña en ABC, 1966, de la interpretación de la Totentanz de Liszt.


Comenzó los estudios de piano de niño, en Plasencia, donde su tío-abuelo era maestro de capilla y organista de la catedral. Luego se marchó a Madrid para estudiar con Julia Parody, alumna de Cortot. En 1950, en una visita de Cortot a Madrid para un concierto, Julia Parody le pidió que escuchara a Esteban que de aquella tenía 16 años. Tras escucharle quedó tan prendado que perdió el tren de vuelta y le invitó a residir en su casa de París para trabajar con él. En una carta de Cortot que remite a Federico Sopeña para pedirle que gestione una beca para que Esteban pueda ir a París a estudiar con él, el mítico pianista escribe: "En cada siglo nace un genio de la música: el genio musical del siglo XX es Esteban Sánchez." Estaría en París con Cortot en 1951-1952 y en 1954 se marchó a Roma para trabajar con Carlo Zecchi en la Academia de Santa Cecilia.
Acababa de recibir los premios internacionales Ferrucio Busoni, en Bolzano; Alfredo Casella en Nápoles y el de Virtuosismo en la Academia Romana de Santa Cecilia. Antes, había agotado todos los galardones que un pianista puede recibir en España y después de su actuación en Londres, le fue otorgada la medalla Dino Lipatti de la Fundación Harriet Cohen, sin ni siquiera presentarse a ella.



Iberia y la Santísima Trinidad


Es el primer pianista en grabar en España un concierto de Beethoven, el cuarto.
En 1977 se aburrió del universo agitado del concierto y decidió dejarlo todo y volver a su tierra natal, a su remoto pueblecito de la provincia de Badajoz. En los Conservatorios de Mérida y Badajoz, se dedicó a dar clases a sus paisanos.
Lo que realmente perdió a Esteban Sánchez fue su altísima inteligencia emocional. Abandonó muy pronto su carrera concertística para volver a su pueblo, con los suyos y dedicarse a la enseñanza del piano. Abandonó ese mundo de Divos y Semidioses al cual pertenecería por derecho propio, para volver a sus orígenes, a lo que era, a lo que fue siempre, un humilde chico de pueblo que en verano jugaba en la calle al ajedrez con sus amigos en esas noches extremeñas soporíferas. Siempre supo quién era, de dónde venía.
Los amantes de la música, de la buena música, perdimos a uno de los grandes del piano mundial, nos privó muy pronto de sus conciertos y grabaciones, eso hace que las pocas que hizo, las conserve yo como joyas dentro de "Mi Colección".
Su modo de tocar subyugaba y emocionaba por su imaginación: viva, natural y arrolladora. Para él, lo más importante era el temperamento: "Todo lo demás lo puedes adquirir, lo puedes aprender; el temperamento lo tienes que traer ya desde el vientre de tu madre," decía.


Según cuenta su hijo Joaquín, a su padre le gustaba estudiar con la familia presente. Caso raro entre los concertistas que buscan la soledad en sus ensayos. Ya de novios le gustaba que Carmen, su futura esposa, estuviera con él sentada en la banqueta, decía que estudiaba mejor. Cuando tenía que estudiar más tiempo, compraba a los niños cuentos y tebeos para que estuvieran con él mientras practicaba, ya que tenía el piano en la habitación que daba a la terraza donde solían estar y jugar sus hijos.
Tuvo un piano Gavean vertical en su casa hasta los treinta años.
Solía estudiar por la mañana y en épocas de mucho trabajo alguna tarde, de dos a tres horas diarias y nunca más de seis, ese era su tope (esto nos da una idea del don que poseía). Utilizaba el piano como mesa y escribía números, es decir, digitaciones que practicaba moviendo los dedos sobre una mesa o sobre el teclado sin producir sonido. Todos los días comenzaba su contacto con el piano con el scherzo de la Sonata D.V. 894 de Schubert y la alternaba en ocasiones con la Mazurca en Si menor de Granados.

Esteban Sánchez graba la integral de Iberia en 1969 en Ensayo, ENY 15-16, de la mano del productor Antonio Armet y reeditándose de nuevo en vinilo (es la versión disponible como se ve en la fotografía adjunta) ENY 708-709, y en 1997 se reedita en CD, ENY-CD-9712, que consigue el premio "Mejor digitalización CD Compact" de 1999.

"Sin saberlo, Albéniz escribió algunas páginas de mi vida"

Con estas palabras se refería Esteban a la música de Albéniz. Se identificaba mucho con el compositor catalán, tenían muchos puntos comunes no sólo físicamente, sino también vitalmente. Ambos eran amantes del vivir e interesados por todo. Viajeros solitarios y niños prodigios. Pasión por los viejos clavecinistas (Scarlatti, Antonio Soler, Blasco de Nebra...), el mundo que veían a su alrededor no les atraía demasiado y les tentaba querer considerarse en el camino hacia "otra cosa".

Todas las críticas internacionales, Milán, Florencia, Nápoles, Colonia; coincidían en hablar de su forma de interpretar como "fuego candente de colores españoles", "abundancia de ideas y entusiasmo", "vívida acentuación y colorido", "lirismo y fraseo de una sensibilidad rica de fascinación"... Y es muy curioso que en muchas de ellas al interpretar Iberia se recurra a hablar de colores y de la paleta de colores que despliega. Su hijo Joaquín comenta que posiblemente su padre tuviera sinestesia, es decir, que lo experimentado por uno de los sentidos se intercomunica, refleja o refuerza con otros o uno de ellos. La hija pequeña de Esteban que sí la tiene, asocia sonidos y colores con números y cifras; el 5, es azul, el 3, amarillo, etc. Este fantástico supuesto nos puede esclarecer la intensidad de su paisaje sonoro. Si Esteban veía colores en cada nota explica muy bien esa paleta cromática que despliega en la interpretación de Iberia.


Iberia y la Santísima Trinidad


Yo definiría su versión como un diluvio torrencial de notas, es de todas las comentadas la más explosiva. Es arrolladora. Es como mirar un cuadro lleno de color y que cuanto más lo miras más descubres. Es como si observaras al pintor mezclando colores brochazo tras brochazo y van apareciendo colores nuevos, un mar de tonalidades. Esteban consigue lo que nadie, es capaz de crear sonidos nuevos que se generan al irse mezclando las notas tocadas. Ahí es donde se crea todo su universo, en el aire, donde parece que se va a emborronar el discurso se vuelve vivo, nuevo, luminoso y así, armónico tras armónico, va uno entrando en trance. Sirva como ejemplo "El Corpus", si hasta suena endiabladamente demoníaco la última nota del climax.
Esteban Sánchez que tocaba todo, absolutamente todo, según palabras de su amigo Antonio Baciero, cuando se refería a Iberia siempre decía que era lo más difícil.

ALICIA DE LARROCHA I DE LA CALLE


(Barcelona, 1923-2009)



De Larrocha llevaba la música en los genes, y a muy temprana edad, comenzó a tocar el piano con gran facilidad y gran dominio, dando conciertos durante toda su infancia. Todas las críticas, opiniones y comentarios de entonces coincidían en lo mismo "además de ejecutar muy bien al piano, esta niña posee algo mágico para sentir y expresar la música que ni se enseña ni se aprende". (Muy similar al temperamento que aludía Esteban Sánchez).
Ofrece su primera actuación pública con 6 años y su primer concierto con 11 interpretando el número 26 de Mozart. Se retiró a los 80 años, después de estar 70 sobre los escenarios del mundo entero. Con una agenda de más de 100 conciertos anuales durante muchos años, ha sido con toda seguridad, nuestra pianista más internacional. Alumna de Frank Marshall, su único profesor de piano y continuador de la escuela pianística de Granados, De Larrocha es la figura más relevante que España ha aportado al mundo de la interpretación pianística.
En 1950, con 27 años se casa con el pianista Juan Torra. Alicia siempre tuvo claro que consagraría toda su vida a la música. Este hecho fundamentó su relación desde el principio. Juan se convirtió en el principal admirador de Alicia y Alicia encontró un seguidor incondicional, dispuesto a ocuparse de cualquier aspecto práctico que ella necesitara para poder desarrollar su talento musical sin concesiones.
El 6 de junio de 1952 en el Palau de Música con 29 años toca por primera vez en público la integral de Iberia.
A lo largo de su carrera artística, Alicia De Larrocha ofreció más de 400 conciertos de Iberia, cerca de 70 audiciones de la integral y el resto con selecciones de las piezas de la colección.
En 1957 firma dos años renovables con Hispavox que en 1977 sería absorbida por EMI.
Grabaría trece discos con Hispavox entre 1958 y 1967.
En 1965 muere su madre y empezaría la carrera en América que ya visitaba desde 1955.
Es de sorprender que De Larrocha llegó a tocar ocho veces la integral de Iberia en un sólo mes en tres países: Holanda, Francia y España, esto fue en enero de 1981.
De Larrocha siempre grabó Iberia con pianos Steinway pero en su casa tenía un Bechstein anterior a la Segunda Guerra Mundial y un Steinway.



Iberia y la Santísima Trinidad


De Larrocha utiliza una edición de la partitura de la Unión Musical Española. En 1979 en un vuelo de Buenos Aires a Nueva York le pierden una maleta en las que iban sus partituras originales anotadas y con sus digitaciones, entre las que estaban las de los Cuadernos I, II y III. Con lo que la cuarta grabación de Iberia ya no la hace con estas partituras anotadas de las tres primeras grabaciones. Desde ese año siempre viajaba con fotocopias en su maleta.
Realizó cuatro grabaciones de Iberia: Habiendo siempre dudas de si la primera y la segunda grabación son la misma. Finalmente parece ser que son distintas.

1. Primera versión de Iberia (integral), grabada del 20 al 24 de noviembre de 1957 en Madrid. Hispavox, 1958 (HH-1076-77). Colección: “Obras maestras de la música española, Vol. I.”; 2 LPs mono. Contiene además, Navarra.
Recibiría el premio Charles Cros en 1960 (Grand Prix du Disque, París)
(Esta grabación, además de publicarse en Francia (1959), se publicó en 1960 en los Estados Unidos, Columbia Masterworks Records (M2L 268 (ML5466/7) y en Argentina, CBS Masterworks (CBS-4317/8)).


Iberia y la Santísima Trinidad


2. Segunda versión de Iberia (integral), grabada del 2 al 9 de octubre de 1962 en Madrid. Hispavox, 1962 (HH 10-89/90). “Nueva interpretación de Alicia de Larrocha”; 2 LPs estéreo. Contiene además, Navarra. Esta grabación también se publicó en versión monoaural en 1964 con el mismo número de editor.

3. Tercera versión de Iberia (integral), grabada del 22 al 24 (y 27) de enero de 1973 en Kingsway Hall, Londres. Decca/Universal, 1973 (SXL 6586/7); 2 LPs estéreo. Contiene además, Navarra y Cantos de España, op. 32. Productor:Michael Woolcock; ingeniero de sonido: Tryggvi Tryggvason y Philip Wade. Recibiría el Grammy en 1974, como “la mejor interpretación clásica en instrumento solista sin orquesta”, el premio Charles Cros (Grand Prix du Disque) y nominada a Grabación del año por la revista Stereo Review.
(Alicia de Larrocha también grabó Iberia en mayo de 1972. De acuerdo a las agendas de la pianista, Larrocha estuvo en sesiones de grabación en Londres del 8 al 27 de mayo de 1972. Del 13 al 19 de mayo en West Hampsted Studio 3 (London) grabó Iberia de Albéniz. Según Philip Stuart, “Decca Clasical Discography 1929-2009”. Esta grabación de Iberia no se publicó, por no reunir la calidad que la pianista exigía, sino la que realizó Larrocha junto con Navarra y Cantos de España en enero de 1973.)


Iberia y la Santísima Trinidad


4. Cuarta versión de Iberia (integral), grabada el 17 y 19 de septiembre y 15 y 16 de diciembre de 1986 en el Concert Hall, University Music School, Cambridge. The Decca Record Company Limited, London, 1987 (417 888-1); 2 LPs estéreo, y 1988 (417 888-2) 2 CDs estéreo. Contiene además, Navarra y Suite española, op. 47. Productor: Paul Myers; ingeniero de sonido: John Dunkerley.
Recibiría el Grammy en 1988, como “la mejor interpretación clásica en instrumento solista sin orquesta”, y el premio Edison en 1989.

Sobre sus discos Alicia declaraba que no los podía oír jamás: "me pongo enferma...Si fuera por los discos, casi, casi, dejaría de tocar, porque me horrorizan. Creo que, por un lado, es la mejor forma de divulgación pero por otra parte, me horrorizan porque la personalidad de un artista, a mi modo de ver, está precisamente en el sonido. El sonido es su personalidad, y en cuanto uno entra en un estudio, el sonido de uno se acaba, porque es el sonido del técnico, el sonido de la acústica de la sala, y del gusto que hacen ellos; de la época y de la gente, o sea, que es una cosa absolutamente artificial."


Iberia y la Santísima Trinidad


De la primera versión tengo un ejemplar en vinilo en no muy buen estado, con lo que su sonido es bastante pobre, con mucho ruido, con lo que está uno más pendiente de éste que del disfrute de la interpretación.
La segunda versión en vinilo y Cd, me gusta mucho porque es la más fresca de todas.
Muy viva, propia de la juventud de la intérprete, con mucha fuerza.
La tercera y cuarta versiones son para disfrutar, deleitarse en la escucha, abandonarse y perderse en este mundo sonoro que es Iberia. Son versiones muy intimistas, aparentemente más lentas y en la que es un disfrute ver cómo deja extinguirse el sonido del piano hasta que aparece la siguiente nota, creando una atmósfera y tensión únicas.
Coincido con la opinión de De Larrocha en las grabaciones, es una lástima ver cómo modifican el sonido sobre todo en la mano izquierda, las notas graves, tan importantes en el piano.

ANTONIO OROZCO FLORES


(Córdoba, 1946-Roma, 1996)



Es el pianista español de su generación (era más joven que De Larrocha y Esteban Sánchez) que logra una mayor proyección internacional. La relación de directores y orquestas de las que fue solista, los festivales en los que estuvo presente y su discografía, así lo acreditan.
Se inicia en el piano de la mano de su padre y de su tía. Después estudió en Madrid con Cubiles donde deslumbra a todos y se titula en 1964 con 18 años, con Premio Extraordinario. Trabaja con Weissenberg en Madrid y Siena, y en Londres con María Curcio. Con 20 años gana el Concurso Internacional de Leeds, que le proyecta internacionalmente y empieza a grabar en Londres y en París, ciudades en las que viviría unos años hasta su traslado definitivo a Roma. Era un virtuoso apasionadamente romántico, quizá uno de los últimos románticos en la estela de Rachmaninov y Horowitz. Tildado de ser un poco esclavo de su grandiosa técnica y efusividad ante el teclado de su primera época, pasó a ser un artista reflexivo en los últimos años, que ya de vuelta de todo, ahondaba en lo más profundo de la música con la humanidad, magisterio y sabiduría de quien se ha enriquecido con la experiencia de una vida intensa y abierta a mil experiencias y sensaciones.

Iberia y la Santísima Trinidad


Graba Iberia entre los meses de enero y febrero de 1992, con 46 años, en la Iglesia de Todos Los Santos de Londres para el sello Audivis Valois (V 4663, 2 CD), después de treinta años de acercamiento a esta obra y de reflexionar sobre ella, liberado ya de las obligaciones con su anterior discográfica y cuando él considera que había llegado el momento de grabarla, en vez de hacerlo cuando su proyección internacional estaba en el punto más alto. En 1993 la grabación recibe el Grand Prix du Disque.
Cuando Orozco graba su Iberia hay en el mercado las tres grabaciones de De Larrocha, la de Esteban Sánchez, la de Rosa Sabater y la de Ricardo Requejo; siendo estas las más destacadas dentro de las españolas y la de Aldo Ciccolini, la de Michel Block y la de Blanca Uribe dentro de las internacionales. Aún así, decide grabarla para dar su versión trabajada e interiorizada durante tantos años y sale airoso, ofreciéndonos una de las mejores versiones disponibles, muy precisa, muy sentida y muy calmada, en la línea de las dos últimas de De Larrocha.
Iberia acompañó siempre al pianista desde sus comienzos y a partir de los años '80 empieza a incrementar de forma notoria la presencia de Iberia en sus recitales incluyendo piezas sueltas o cuadernos completos, sobre todo el primero y el segundo.
Como dato curioso decir, que cuando tocaba la integral en vivo, tocaba los cuadernos segundo y tercero en la primera parte y los cuadernos primero y cuarto en la segunda; por la densidad tan grande de los cuadernos tercero y cuarto, que resultaba conveniente separarlos "para que la gente tuviera un momento de reposo, que el oído se refrescara."
La versión de Orozco es la más larga de los tres "Trinitarios", pero que para nada se hace lenta. Posiblemente, la técnicamente más perfecta de todas, se nota que la obra lleva años en su repertorio por la facilidad del sonido, hay piezas preciosas, pero que no llega a esa belleza tan delicada de las tercera y cuarta de De Larrocha.
El sonido de esta edición que tengo que no es la original, está con las notas de la mano derecha muy presentes y adelantadas, como si el micro estuviera metido dentro del piano y el sonido total está muy centrado para mi gusto, sin irse hacia la derecha las notas graves que dan esa profundidad a la escena sonora.

Resumiendo y en líneas muy generales: el que quiera adrenalina, potencia, "heavy metal" del bueno, la versión de Esteban Sánchez.
El que quiera transportarse a su paz interior, con sonidos increíbles de belleza poética, las versiones tercera y cuarta de De Larrocha.
El que quiera una versión más técnica, más académica, la de Orozco.
Lo mejor, tenerlas todas y dependiendo de lo que uno quiera en cada momento, escuchar la más adecuada, pero Iberia es de obligado cumplimiento.

Quién me iba a decir a mí, un ateo convencido, que la Santísima Trinidad era española y que podía ser cambiante y actualizable, y no un acto de fe como el Cristianismo propone.
Otras grandísimas versiones de Iberia que podrían estar perfectamente en esta Trinidad Atea serían:
• Rosa Sabater, una versión muy sensible, dulce y poética.
• Ricardo Requejo, versión en la que se escuchan todas las notas por difícil que parezca, una versión distinta a todas, cristalina, demasiado lenta a veces, con un sonido muy particular tal vez por el piano Bösendorfer que toca.
• Luis Fernando Pérez, de 2006, grandísima versión que entraría de lleno en el Olimpo de los Dioses. Injustamente descatalogada y sin intención de reeditarla de nuevo, como me comentó su despacho de manager, cosas de España, que no quiere ni cuida a los coleccionistas.

• Bibliografía consultada:

• Revista Amadeus Nº 75, revista Scherzo piano Nº 1 y 7.
- Tesis doctoral: Iberia de Isaac Albéniz: Estudio de sus interpretaciones a través de “El Puerto” en los registros sonoros. Autora: María de Lourdes Rebollo García. Universidad Autónoma de Barcelona.
- Tesis doctoral: El legado sonoro de Iberia de Isaac Albéniz: Un estudió de caso. Alfonso Pérez Sánchez. Universidad Complutense De Madrid.
- "El genial Esteban Sánchez". Antonio Baciero. Ed. Caja Duero
- "Alicia de Larrocha. Notas para un genio". Mònica Pagès Santacana. Ed. Alba.
- "Rafael Orozco. El piano vibrante". Juan Miguel Moreno Calderón. Ed. Almuzara.


Discografía disponible:
-ARTHUR RUBINSTEIN- Evocación 1929,1949,1955 y Triana 1931,1961. RCA Víctor.
-JOSÉ TORDESILLAS -60 años-Philips-1982-Grabación histórica-vinilo sin duración.
Cuadernos I y II y El Albaicín
-CLAUDIO ARRAU -43 años-Sony-1947-16’55”. Cuaderno I
-DANIEL BARENBOIM -59 años-Teldec-2001-43’49”. Cuadernos I y II
-LANG-LANG -28 años-Sony-2010-20'56". Cuaderno I


Obra completa, los cuatro cuadernos:
-ALICIA DE LARROCHA -35 años- Hispavox-1958-
-ALICIA DE LARROCHA -39 años-Hispavox-EMI-1962-77’50”
-ROSA SABATER -37 años-RCA-1966
-ESTEBAN SÁNCHEZ -35 años-Ensayo-1969- 83’20”
-ALICIA DE LARROCHA -50 años-Decca-1972-82’31”
-BLANCA URIBE -35 años-Dial serie doblón, Orion masters-1975-vinilo sin duración.
-RICARDO REQUEJO -48 años-Claves-1986-87’42”
-ALICIA DE LARROCHA -63 años-Decca-1986-83'54"
-RAFAEL OROZCO -46 años-Audivis Valois-1992-88’20”
-GUILLERMO GONZÁLEZ -52 años-Naxos-1997-90’14”


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