La atracción de lo imperfecto
Manel Segarra

Manel Segarra
Boenicke W5

Reconozco que, desde hace bastante tiempo, sentía una gran curiosidad por tener en mi sistema y evaluar estas BOENICKE W5. Una curiosidad derivada de la originalidad del concepto. Tanto es así que, a primera vista y una vez recibidas las unidades de prueba, no resulta fácil definir el concepto con unas pocas palabras. ¿Micro-columnas? ¿Monitores de diseño post-contemporáneo? ¿Minialtavoces de campo medio/cercano? Pues probablemente no sean nada de eso y lo sean todo a la vez. Pero no adelantemos acontecimientos. Antes que nada, advierto que para aproximarse a este producto se requiere ser libre de prejuicios y credos relacionados con las ideas más puristas de la Alta Fidelidad / High End. Pero es que, además, sería injusto evaluar estas cajas pretendiendo una comparación con el sonido de unas KEF, unas Sonus Faber o unas Dynaudio de PVP similar. Y digo que sería injusto porque las BOENICKE W5 no persiguen llegar al sonido que marcas más consagradas consiguen en productos del mismo rango de precios. Como veremos en este artículo, las BONICKE persiguen llegar a un cierto sonido, a una cierta sensación, a un cierto disfrute de la música a través de un camino totalmente distinto.


Boenicke W5

Para empezar, hay que dejar claro que son pequeñas. Tanto o más de lo que aparentan en las fotos. De hecho, casi se pueden manejar con una sola mano. Creo que el diseñador se ha esforzado, sin alterar el rendimiento final, en lograr ese efecto de miniaturización. Es como si se quisiera ofrecer una magia especial al ver cómo el sonido y la presencia física del altavoz parecen no corresponderse al tamaño del mismo. Pero me estoy anticipando otra vez. Las BOENICKE W5 son la consecuencia de una serie de conocimientos e ideas de su creador, el suizo Sven Boenicke. Porque estas cajas no son tan solo el resultado de un ejercicio de estilo con conceptos estéticos más o menos originales. Se trata del resultado de la aplicación de una serie de principios de ingeniería acústica debidamente combinados. Y todo ello a partir de un espíritu de liberación y de alejamiento de las soluciones más clásicas.


Vale la pena prestar atención al recinto de madera. A sus formas y a la calidad de sus acabados. Porque gran parte de lo que vamos a escuchar está influido por ese recinto libre de adhesivos o tornillería invasiva. Y como segundo elemento que llama la atención, hay que hablar de su transductor lateral de 133 mm. destinado a expandir por la sala de escucha unos graves absolutamente impensables en una caja tan pequeña. Por cierto, los woofers pueden colocarse mirando hacia dentro o mirando hacia las paredes laterales de la sala. Mi consejo es que se prueben ambas soluciones para encontrar la más satisfactoria para cada sala o el nivel de volumen o preferencias personales de cada usuario. En mis pruebas he llegado a encontrar importantes diferencias que no desvelaré. Porque, precisamente, quiero incentivar ese ejercicio de búsqueda de la mejor posición. El citado woofer se complementa con otro transductor de medios/agudos de amplio espectro acompañado por un resonador electromecánico paralelo exclusivo de Boenicke Audio. Pero, por si fuera poco, las W5 tienen un tweeter de ambiente montado en su panel posterior que contribuirá de manera sutil a expandir la escena y a dimensionarla de una forma muy particular.


Boenicke W5

Como es habitual, las pruebas las hemos realizado con la combinación de preamplificador híbrido Vincent SA-32 y la etapa de potencia Musical Fidelity M6s PRX. Como he comprobado tantas otras veces, disponer de sobrada de entrega corriente no le ha ido nada mal a las Bonicke.


Boenicke W5

No suele ser habitual en mis reviews la música celta, pero no pude dejar de aprovechar mi última adquisición en un mercadillo callejero de Lyon el vinilo de Gwendal “Locomo” (1983) en su primera estampación original francesa. Los instrumentos tradicionales se mezclan con una batería de notoria presencia y algunos instrumentos eléctricos igualmente contundentes. Las W5 lo ensamblan todo y lo reparten por la sala creando una escena tan sorprendente como particular, porque parece no corresponderse con la ubicación de las cajas y, sobre todo, con su pequeño tamaño. El bajo eléctrico y el bombo de la batería a veces parecen ir por un camino distinto del resto de instrumentos. Y aquí es donde quizá encontramos una de las características identitarias de estos altavoces: un cierto salto entre los transductores que parecen ir cada uno por su lado. Pero, curiosamente, esta supuesta incoherencia tiene su gracia y consigue crear una magia especial al restituir un amplísimo espectro de frecuencias con una facilidad pasmosa. Porque, ciertamente, los bajos tienen una presencia notoria y para nada tímida. El nivel de detalle es también muy interesante, más si cabe en este vinilo de segunda o tercera mano que, pese a todo, acaba sonando increíblemente equilibrado.


Boenicke W5

La duda de si un recinto tan pequeño es capaz de llenar la sala con un grave suficiente queda más que disipada. En realidad, consigue un grave que no tiene nada que ver con el de monitores bass-reflex de mayor cubicaje. Y no tiene nada que ver porque es un grave más primario, más directo, quizá más orgánico. Por decirlo de alguna manera, golpea menos pero llena más. Casi podríamos habar de un grave propio de un subwoofer que parecería estar oculto en algún rincón de la sala.


Boenicke W5

En “For One to Love” (2015) de Cecile McLorin Salvant el resultado vuelve a ser sorprendente. La aguda voz de la cantante se separa limpiamente del resto de instrumentos, mientras que el piano es capaz de llenar la sala con un peso más que creíble. A volumen moderado, se crea un ambiente muy especial, que invita a seguir durante horas con las Bonicke. Ahora bien, más que de neutralidad exquisita cabría hablar de un equilibrio muy especial. Porque las W5 tienen su propia huella sonora y no se esconden de ello. Exhiben sin complejos una deslumbrante personalidad que proporcionará un plus de placer emocional a los que se aproximen a este concepto de caja acústica sin complejos ni ideas preconcebidas.


Boenicke W5

Quizá las Bonicke W5 no sean un producto para todos los públicos. Y quizá su razón de ser va más allá de su rendimiento puro y duro. Se trata más bien de un objeto de deseo con su propio carácter y prácticamente incomparable con alternativas equivalentes. Pero creo que aportarán un cierto placer intangible a sus futuros propietarios. Y, definitivamente, esa es su razón de ser.


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Datos Básicos (España)
Web Fabricante Boenicke Audio
Web Distribuidor Sarte Audio Élite
Precio 5490 € aprox.
Hoja Técnica
Manual de usuario
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