Si el lector ha tenido la amabilidad de leer los artículos sobre los componentes que conforman el equipo de mi sala, podrá hacerse una idea del tipo de sonido que en conjunto ofrecen en combinación con el tratamiento acústico de la habitación, pero he dejado para el final el componente del cual estoy más satisfecho y orgulloso. Se trata, como ya habrán adivinado, de la pareja de altavoces de suelo Wilson Audio Sophia 2. De hecho ya me delata mi nick "Wilsoniano".


Desde principios de este milenio que fue cuándo pude escuchar por vez primera un producto del fabricante norteamericano, me quedé vivamente impresionado por el sonido, la estética y la calidad de cada una de estas cajas, grandes o pequeñas, todas en común tenían un sonido muy especial y totalmente de mi agrado. También me impresionó el prestigio y las tarifas a que se ofrecía cada pareja. Cuanto más investigaba y leía sobre el particular más convencido estaba de que un día, por lejano que fuera, tenía que hacerme con alguna de sus realizaciones, aunque tuviera que rehipotecar mi casa. Lo cierto es que por lances del azar ese momento llegó en abril de 2009.



Wilson Audio Sophia 2

Vista frontal de la caja ya con las rejillas retiradas para mostrar tanto los transductores de agudos y medios como el woofer de aluminio de 10¨


Pero conviene comenzar la historia por el principio, cuando Dave Wilson y su esposa Cheryl Lee, se embarcaron en la creación de la empresa Wilson Audio Specialties, a principios de los 80's, no sin ciertas dificultades y después de que Dave abandonara su profesión de ingeniero de grabación y, a tiempo parcial, comentarista de equipos de audio en revistas especializadas. El Sr. Wilson fue un apasionado del audio desde que ya con 4 años le fascinara cómo podía salir música de un vinilo en el tocadiscos de casa. Su inquietud fue creciendo conjuntamente con el paso del tiempo y no conforme con la calidad que ofrecían los altavoces de la época, se las ingenió para fabricarse sus propias cajas en el garaje de su casa, algo por lo demás, muy consustancial con el espíritu yanqui.




Tanto gustaron esos prototipos a sus amistades y contactos que enseguida le solicitaron algunos pedidos, él y su esposa, decidieron, animados por el éxito, poner en marcha la empresa.



Wilson Audio Sophia 2

Imagen trasera con la placa del fabricante, la salida del puerto réflex y la única entrada del cableado disponible.


Los primeros tiempos fueron difíciles y hasta perdieron su casa mudándose a Utah, donde Cheryl descubrió que les salía más a cuenta comprar el terreno y construir la fábrica que alquilarla. A partir de ahí, las cosas fueron sobre ruedas. Se asocia con Wilson el despegue y auge de la alta gama en audio y fueron cajas de su creación las que superaron por vez primera la barrera de los 10.000 $ con ventas importantes. Lamentablemente Dave enfermó de cáncer y falleció en mayo de 2018 a la edad de 73 años. Todas las personas que lo han conocido coinciden en su calidad humana, integridad, humildad, la pasión que ponía en su trabajo y su visión para crear algunos de los altavoces más prestigiosos de todos los tiempos.



Wilson Audio Sophia 2

Nueva vista de la caja izquierda con las rejillas colocadas y apreciándose el brillo del lacado negro piano. Hay que reseñar que el fabricante envía las cajas emparejadas indicando la unidad derecha e izquierda en el embalaje.


Su hijo Daryl, acostumbrado desde niño a estar con su padre en la fábrica y creador de algunos de los altavoces actuales, ha seguido sus pasos y desde 2016 es el CEO y presidente de la firma. Después de esta introducción sobre la fundación de la marca y como les relataba anteriormente, en abril de 2009, un año por lo demás muy complicado para la economía mundial, llegaron a casa en sendas cajas de madera las preciosas Sophia 2, en catálogo desde 2005 a 2012.


Ni que decir tiene lo que costó subirlas, rondando los 80 kg., con todo el cuidado y precauciones del mundo, hasta la sala ubicada en el primer piso de casa por una escalera no demasiado generosa en sus dimensiones.



Wilson Audio Sophia 2

Detalle de las 4 puntas de desacople que vienen incluidas con las Wilson, aunque las bases que se aprecian son un extra provenientes de la española Artesanía Audio, en mi opinión imprescindibles si no queremos rayar el parquet


Hay que precisar que la verdadera especialidad de Wilson son los recintos de polímeros y materiales compuestos, ya que consideran que ahí es donde radica la diferencia con otras cajas. En las Sophia 2, altavoces de 3 vías a 4 Ohms, y un sólo cuerpo, la respuesta en frecuencia es de 21 Hz a 22.5 kHz, el twiter de domo invertido está fabricado parcialmente por Focal siendo el resultado completamente diferente al original francés y el altavoz de medios de 7" es ScanSpeak, codiseñado entre ambas empresas y bajo especificaciones de Wilson, siendo este modelo vendido únicamente a los norteamericanos. El woofer, de aluminio y lacado el cono en negro, es de 10".




Como es de prever en cualquier producto Wilson, el acabado, lacado en negro piano, es excelente como corresponde a unas cajas de este nivel y precio y el sonido que ofrecen en una sala de dimensiones comedidas como la mía, 17 mts2., es a priori más favorable de lo que se podía esperar. Estoy convencido de que uno de los mayores temores del aficionado al llevar a casa altavoces de columna es si darán el 100 x 100 en su sala. En mi caso creo poder afirmar que casan como anillo al dedo, aunque gracias a la inestimable ayuda que ofrece el acondicionamiento acústico pasivo diseñado y proporcionado por una empresa especializada de la comunidad Valenciana.



Wilson Audio Sophia 2

Detalle de la parte superior de las Wilson, donde se aprecia el twiter de domo invertido de origen Focal y el transductor de medios de 7¨de ScanSpeak.


Como ya se ha indicado en otros artículos, en mi opinión, los altavoces son tal vez las piezas donde el sonido ofrecido es más personal y donde se manifiesta más claramente el gusto del aficionado. No hay, dentro de ciertos niveles, "mejores o peores cajas", sino que la estética sonora de cada marca y modelo pueden gustarnos más o encajar mejor en nuestra percepción de lo que debería ser nuestro sonido ideal.


Por otra parte, al final, el sonido resultante es la suma de todos los elementos que componen nuestro equipo, comenzando por las grabaciones. Así y todo me atrevo a decir que estas cajas con el bonito nombre de Sophia, son las que marcan con su impronta este sonido nítido y transparente sin ser quirúrgico, cálido pero sin empalagar, seguramente muy ayudado por la Clase A de las etapas, con una gran profundidad de escena y también en amplitud, dando la sensación de que la música viene trazando un semicírculo casi perfecto, colocando cada instrumento en su lugar, con una precisión milimétrica. Tanto si la música representa un íntimo directo en un night club, como si se trata de una orquesta en una gran sala de conciertos, las Sophia 2, cumplen con su cometido que consiste en proporcionarnos la mejor butaca del auditorio, justo en el centro de la acción y si apagamos la luz y entornamos los ojos, nuestro oído y cerebro casi consiguen engañarnos y hacernos creer que estamos realmente justo delante de los músicos. En este punto y, especialmente, con mis queridos reels y las cintas recientemente recibidas, es cuándo damos por bueno todo el trabajo, tiempo y recursos invertidos en el equipo. Ya solo importa una cosa: la música.


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© G. Cañellas