No Surrender
No recuerdo con exactitud, pero tenía que ser entre 2004 o 2005. Recorrí los más de 650 kilómetros en coche que separaban los dos portales de las respectivas casas. Visité, cerca de Madrid, a un amigo "virtual" (Juan Pablo, D.E.P.) hasta la fecha y disfruté de su sistema musical. Todas sus piezas eran de máximo nivel, aunque mis ojos solo tenían la atención en el giradiscos. Era tan diferente e imponente que no podía ni centrar la vista en el resto. Acababa de enamorarme perdidamente de un EMT 948. En vano probó de llamarme la atención con su previo de válvulas y etapas de potencia. Ignoré a las Sonus Faber con su mejor producto (en aquel momento). Solo estuve receptivo cuando me habló qué una de las tarjetas integradas del EMT, a modo de bahía de PC, controlaba el tipo de cápsula. Según fuese MM o MC, tendría unos componentes u otros. Y que podía regularse la salida de potencia de forma separada en cada canal. Cambié nuevamente, ya no lo quería, lo necesitaba.
Otro amigo, Kike, me comentó que si no tenía prisa, él podría hacer mi sueño realidad. Tengo más tiempo que dinero, por lo tanto, pasaron los años hasta que un día recibí una llamada o un email, de verdad que no logro recordarlo. El contenido más o menos algo así:"Josep, tengo dos. En buen estado, pero no sé como enviártelo. Es muy pesado y delicado". Agenda y unos pocos días más tarde estaba en Madrid un fin de semana. Como que no quería dejarlo en el coche durante la noche, entré con él en el hotel. Supongo que no hace falta decir la cara de todos los clientes y trabajadores en la puerta al ver tal máquina entre mis brazos.
Un giradiscos para toda la vida
En el año de su fabricación, este giradiscos valía lo mismo que un Volswagen Passat. Hoy en día, con la exuberancia de los precios, ya no dice mucho, pero por aquel entonces, con precios mucho más "humanos", esto lo decía todo. Pensado para ser adquirido por las grandes firmas del mercado, tanto en radio como en televisión. No era, para nada, un producto doméstico. No tiene ninguna de las funciones ni características que tenían, los entonces, giradiscos domésticos o HiFi residencial. Eran, y son, productos profesionales al cien por cien.
Con el declive del vinilo, fueron siendo retirados del mercado y sustituidos por sus hermanos digitales, aunque de otras marcas, ya que EMT-Barco, cerró sus puertas. Esto abrió las puertas de par en par a los usuarios domésticos, que podían hacerse con un giradiscos de prestaciones excepcionales a un precio ridículo. Sí, ridículo, aunque fuese mucho más caro que la mayoría de los aparatos de la primera década de los 2000.
Matemáticas HiFi para novatos
Si yo adquiero un DAC actual, por ejemplo, que va a darme un rendimiento adecuado a las necesidades actuales y futuras durante... pongamos 4 años y me cuesta 1000 €; quiere decir que cada año de vigencia me sale a 250 €. Si yo adquiero un giradiscos por 3000 € y se mantiene en forma durante 30 años, cada año de vigencia me sale a 100 €. Esto es la depreciación de un producto y el coste anual del mismo. Un DAC de 1000 € me cuesta un 250% más caro que un giradiscos de 3000 €. Aplicad este concepto en vuestras futuras compras.
Estructura del EMT 948
Este monstruo hay que imaginarse como el final de un camino, donde la empresa ensambló todo el conocimiento que tenía hasta la época en un producto. Por este motivo, tanto la estructura del brazo fonocaptor como la cápsula ya existían previamente en otros modelos. El tamaño del platter se ajustó a las necesidades del momento (y actuales) reduciéndolo respecto modelos anteriores para hacerlo más fácil de incorporar en las mesas de control. Sus dos asas laterales tienen la lógica de los racks musicales, pero en este caso, para instalarlo en un agujero de la mesa y no en un frontal, como es lógico.
Sus partes principales son:
Una estructura de hierro fundido que da cuerpo y forma al conjunto. Es la masa más pesada, con diferencia, y en ella se ubican el resto de componentes. Al ser una pieza única, la solidez está más que garantizada.
Un frontal de bahía , donde se colocan las distintas tarjetas eurocard, cada una de ellas con su función específica. El motivo de tal configuración y especialización de cada una de ellas es bastante simple. En caso de fundido de alguna de ellas, la reparación consistía en extraer el EMT 948 de la mesa de control, allí mismo se extraía la tarjeta dañada y era substituida por otra nueva o reparada. Vuelta a colocar el giradiscos en su lugar y seguir trabajando. En un minuto, todo volvía a funcionar.
Base del platter , ligera. Sí, ligera. Hoy en día estamos acostumbrados a platters gigantescos y pesados. Este sigue la lógica contraria para controlar las vibraciones, del motor directo, está suspendido entre amortiguadores, tanto verticales como horizontales.
Brazo fonocaptor, cápsula y aguja . EMT tocó el cielo con el EMT 929. Entonces, ¿para qué cambiarlo? El marketing de la novedad y el último modelo no eran la norma de esos años. Se valoraba la experiencia demostrada, por lo tanto, lo mejor de lo mejor. Y la cápsula fonocaptora, la TSD 15, un mito, de verdad un mito. Aquí tengo que decir que yo no dispongo de ella. Si hacéis un breve búsqueda del precio de la misma, entenderéis que no está al alcance de cualquiera, y yo soy un cualquiera.
Tapa cubre polvo con estante para vinilos. Como curiosidad deciros que esta hace el doble de grosor que cualquiera que haya tenido entre mis manos. No era para ser tratada con cuidado, sino todo lo contrario. Además, se abre con una inclinación que permite colocar, a modo de expositor, la carátula del vinilo en cuestión que está sonando o a punto de hacerlo. A nivel profesional, esto no tiene precio y te evita errores a la hora de entrar un tema. Lo digo por experiencia, ya que en su día, estuve trabajando en una radio comercial.
Control del vinilo. Aparte de la velocidad, 78, 45 y 33 1/3 rpm., nos encontramos con tres botones, marcha atrás, arranque/parada y subir/bajar brazo. Led encendido para marcar velocidad alcanzada, marcas para indicar hasta qué lugar había de retroceder el vinilo, desde el inicio de sonido, para conseguir que arrancase el sonido con la velocidad correcta y evitar el "lloro" en la canción o tema. Necesita solo de medio segundo para conseguirlo, medio segundo. Conector para auricular de 6,30 mm, luz de control y potenciómetro para auriculares. Algunos de estos elementos eran opcionales y no todos los modelos disponían de ellos.
Integración . En la parte posterior existen los conectores de toma de electricidad, salidas balanceadas XLR de línea y un puerto de conexión para poder controlar todos los mecanismos de este aparato a través de una mesa de control.
Control de velocidad
Todo el mundo en pie. Esto son palabras mayores. Un giradiscos, que quizás podría pasarse días dando vueltas sin descanso, no podía tener elementos de fricción o roce para marcar el paso de las vueltas y así medir la velocidad, ya que con el tiempo se produciría un desgaste y, por tanto, error en el cálculo y futuras reparaciones costosas, tanto en tiempo con en dinero. Como resultado, su solución fue... genial.
El control de velocidad viene marcado por el siguiente mecanismo, un reloj de cuarzo emite su señal continua, generando una onda senoidal. Al mismo tiempo, en la base del plazo, un tacómetro de alta precisión genera una onda electromagnética al paso del sensor, con la comparación de ambas señales senoidales se ajusta la velocidad de rotación, corrigiéndola si es necesario, para conseguir un margen de error máximo del +/- 0,1 %. De locos, de locos alemanes, exactamente.
Permitirme que no os hable de como suena la música en él. No podría ser objetivo, ni acercarme a ello. Este giradiscos forma parte de mi sistema de audio intransferible, muchas piezas entran y otras salen. Este estará en casa siempre.
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