Revox es una marca suiza de grabadoras y demás electrónicas enfocadas al audio, registrada en 1951 y perteneciente al grupo Studer. Su fundador y creador fue Willi Studer (1912-1996) quién consiguió consagrar la marca Studer en el mundo profesional, gracias a que numerosos músicos de primer nivel utilizaron sus magnetofones para grabar algunos de los más icónicos álbumes como, por ejemplo, "Sgt. Pepper´s..." de los Beatles. Otros músicos como James Brown, Eric Clapton o el grupo Pink Floyd les imitaron, incluso grandes orquestas como la Filarmónica de Viena también inmortalizaron sus trabajos mediante sus reels. Revox se concibió como una marca de calidad para el aficionado exigente y su primer producto fue la T26, sucesora de la Dynavox 100. En 1966 la marca, por problemas laborales, se trasladó a Alemania Occidental, si bien posteriormente, en 1968 inauguró una segunda fábrica, en Regensdorf (Suiza). A finales de los años sesenta, se presentó el muy popular A77, del que se llegaron a fabricar cerca de medio millón de unidades, lo que representa un número extraordinario de ventas tratándose de una grabadora de este nivel. Más de medio siglo después muchas de estas longevas máquinas siguen dando satisfacción a numerosos aficionados, entre los que me incluí en una primera etapa. Tanta fue la fama y prestigio de los productos del Sr. Studer, que todavía hoy, algunos aficionados llaman Revox a cualquier grabadora de carrete abierto, independientemente de la marca que sea. Revox actualmente forma parte del grupo estadounidense Harman.



Revox PR-99 MKIII

Para no alargarnos más, citaremos algunos de los modelos que siguieron al A77, como el B77 en sus distintas versiones y finalmente los Studer/Revox PR99 en cualquiera de sus tres desarrollos y especialmente el último, MKIII, considerado una versión de tipo profesional del B77, ya que aunque las dos líneas de producción (Studer/Revox) estaban claramente diferenciadas, en algunos casos, como los PR99, estaban solapadas. Los PR99, presentados a principios de los '80, son compactos, no alcanzando los 19 kg., y de una favorable relación prestaciones/precio. Aparte de algunos detalles estéticos, el MKIII, puesto en servicio en 1985, se diferencia de su hermano el MK1 por su contador digital de cinta, ausencia de tomas de micrófono y entradas y salidas balanceadas. Opcionalmente se ofrecía un mando a distancia por cable y actualmente se pueden encontrar mandos inalámbricos sustitutivos adecuados a estos modelos.


Como ya he contado en otros artículos, el maestro Josep me ofreció este magnetofón sabiendo de mi debilidad por las máquinas bien conservadas, de aspecto inmaculado y con un sonido superior. Dentro de mi modesta colección estaría copando el podio juntamente al Technics RS1500 y al Otari MX5050 y si bien a nivel de calidad de sonido los tres andan parejos, el Revox es el más "purista", por decirlo de algún modo, ya que a sus entradas/salidas balanceadas y grabación/reproducción dispone, únicamente, de dos pistas y dos velocidades (de rango variable:-30% - +50%) consideradas de alto nivel como son: 7.1/5 y 15 ips. Viene equipado con 3 motores regulados electrónicamente y conmutados sin contacto, lógica de control integrado con sensor de movimiento de cinta. Contador digital en tiempo real y ecualización NAB. Esta máquina dispone de las tomas de audio en la parte superior y de red en la trasera, pero están de tal forma que permite operarla tanto en posición vertical como horizontal. En esta última disposición muestra la importante cantidad de ajustes que pueden verse en la base.



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Revox PR-99 MKIII

El funcionamiento es muy suave, bastante silencioso y muy regulares y precisas las velocidades. El sonido que ofrece es excelente con buenas grabaciones, tanto en una como en otra velocidad, si bien y aunque las diferencias son sutiles, se agradece la más alta de 15 ips que, además, coincide con las de las fabulosas grabaciones recientes de masters de calidad, como ya he comentado en otros artículos. El pasado enero recibí unas copias extraordinarias y que corresponden al mítico álbum de estudio, grabado en 1959, en Nueva York, "Kind of Blue" de Miles Davis y al álbum "Oasis" de New York Jazz Quartet, editado en 1981 por el sello Enja Records en Alemania. Ambos en bobinas de aluminio de 10.5", dos pistas y velocidad de 15 ips. Pese a los 22 años que separan ambas grabaciones y al prestigio que atesora Enja, si tengo que decidirme por la mayor calidad de una de las dos, sin duda me quedo con la cinta de Miles Davis, tantas son las virtudes de esta grabación.


Como cualquier máquina electromecánica que ronde la cuarentena, requiere de un trato amable y cuidadoso, limpieza y desmagnetización de cabezales y, muy importante, hacernos con la dirección de un técnico cercano que nos inspire confianza por su buen hacer y experiencia. En el caso de mi Revox, el pasado año, se le quemaron unos condensadores y mi técnico, Diego, los reemplazo con facilidad y sin mayores complicaciones. En el mercado de ocasión se encuentran disponibles una cantidad ingente de recambios e, incluso, es posible enviar nuestro magnetofón a la sede de Revox para que nos hagan un repaso exhaustivo y una puesta a punto que lo dejará prácticamente como o mejor que nuevo, aunque, por supuesto, el coste es elevado.


Revox PR-99 MKIII

Si tenemos la posibilidad de hacernos con los servicios de una unidad en buen estado, no hay que dudarlo y valdrá la pena hacerse con ella, si bien habrá que bucear por la red hasta encontrar una pieza que aúne al mencionado buen estado, un precio adecuado. Lamentablemente y como ya se ha indicado en otras ocasiones, de cada vez es más difícil adquirir uno de estos reels por menos de 2.000 €., así y todo, el sonido que nos ofrece y el hipnótico girar de las bobinas compensará todos los desvelos.


Revox PR-99 MKIII
 

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© G. Cañellas