No Surrender
Josep Busquets

Josep Busquets
Cambridge Audio Edge M y NQ

Para celebrar por todo lo alto las Navidades, os presento este sistema de amplificación que forma parte de la gama más alta de Cambridge Audio. Ante ustedes Edge M y Edge NQ. Casi nada. Y no solo eso, el cableado necesario es de Wires4Music, en este caso la serie Horus MK2. Pues sí, estamos hablando de mucho nivel para acabar el año como se merece.


Pero primero, un poco de sentido común en todo esto. ¿Tiene lógica utilizar etapas de potencia monofónicas con previo separado en vez de un amplificador integrado? Depende. ¿De qué depende? Del nivel general del conjunto. Desgranemos más el tema y un poco de historia por el camino. Hace años el tamaño estándar de los aparatos hacía imposible aumentar la capacidad y volumen de los componentes internos de los mismos para darles más cabida en potencia. En este punto se copió de los sistemas profesionales, separando la parte de amplificación lineal (etapas), de la atenuada (previo). Esto permitió mantener el tamaño estándar de los componentes, pero aumentando su capacidad en corriente y separando tanto las fuentes eléctricas de cada canal, como sus posibles interferencias entre ellas. Además, alejaba del previo, siempre tan sensible a todo, los campos eléctricos intensos del músculo principal de la amplificación.


Aunque no todo son ventajas. La necesidad de cables extras en la conectividad como, valga la redundancia, sus propias conexiones, tampoco ayudan en demasía sobre lo que se puede obtener respecto al cableado directo del previo al multiplicador de potencia. Llegados a un punto, se rompió la baraja, y los amplificadores integrados ampliaron sus dimensiones hasta el punto que dentro de ellos si cabía todo lo necesario para generar grandes intensidades como para mover cualquier altavoz del mercado. Entonces, con todos estos condicionantes expresados de forma rápida y superficial,


¿Cuándo tiene sentido una amplificación monofónica?


Cuando los altavoces necesitan de gran cantidad de potencia para alimentar a sus múltiples transductores, en primera opción. En segunda opción, cuando se quiere, a través del previo de amplificación, modular o personalizar el sonido. Hace pocas fechas, publicábamos una interesante entrevista con Juan Calatayud que también nos hablaba del papel fundamental del previo para dar color y personalidad al sistema en general.


Llegados a este punto, vamos a ir describiendo cada una de las partes del sistema puesto a prueba.



Cambridge Audio Edge M y NQ



Cambrigde Audio Edge M


Es una etapa de potencia monofónica que entrega 200W RMS a 8 ohmios, 350W RMS a 4 ohmios, con una respuesta de frecuencia a 8 Ohmios de < 3Hz – >80kHz +/-1 dB. Con conexiones, tanto de entrada como de salida balanceadas XLR, como no balanceadas RCA. Un selector de fuente de entrada, y una entrada y salida minidin para el encendido/apagado del sistema de forma simultánea en caso de disponer de más elementos de la misma firma. En momentos como los actuales, donde el precio de la electricidad es de todo menos económica, cabe remarcar su consumo máximo, que es de 1000 W/h; y multiplicarlo por dos…

Creo que el embalaje de protección del producto necesita de un comentario añadido. Toda la serie viene con doble caja de cartón (hasta aquí todo normal), pero su sistema de protección con las manillas de plástico, su posterior funda textil con cremallera levantada con pilares rígidos de PVC, su funda interior, con protectores laterales, etc. Desmontar todo este sistema de protección ya necesita de un buen rato. Y este procedimiento lo multiplicamos por tres, ya que son dos monofónicas y el previo NQ que sigue idénticas reglas de embalaje. No afecta de manera directa al sonido, aunque habla, y muy bien, de la forma perfecta, casi garantizada, de como te llegará el producto a casa.


El único problema que tuve con ellas a la hora de la instalación fue precisamente con sus cables de interconexión para el encendido/apagado del sistema coordinado. Al querer separar los componentes para dejarlos al lado de los altavoces, el cable no me llegaba de uno al otro, por lo tanto, tenía que encender el previo y esto me conectaba inmediatamente una Edge M, pero la segunda tenía que hacerlo de forma manual. Si esta fuese su destinación definitiva, tendría que hacerme construir un cable más largo y problema solucionado. Existe una configuración para la desconexión eléctrica a los 20 minutos de inactividad o bien dejarlo en funcionamiento continuo.



Cambridge Audio Edge M y NQ




Cambridge Audio Edge M y NQ



Quiero destacar en ellas sus transformadores toroidales montados de modo inverso para cancelarse mutuamente las pequeñas perdidas por campos electromagnéticos existentes y así, poder mantener una mayor nitidez en el detalle evitando, en la medida de lo posible, el ruido añadido a la señal.


En las dos Edge M se utilizaron para su conexión eléctrica los cables de Wires4Music Horus MK2, conectados a la regleta Supra. La señal del previo venía de los cables de la misma serie Horus, en balanceado, XLR.



Cambridge Audio Edge M y NQ




Cambridge Audio Edge M y NQ



Cambrigde Audio Edge NQ


Es la pareja de baile ideal para Edge M. Estamos hablando de un previo de potencia con funciones de streamer incorporadas. Dispone de USB de audio 2.0 compatible con PCM de hasta 32 bits a 384 kHz o DSD256, una entrada USB 2.0 limitado a 1A, FAT32 / NTFS / HFS / HFS +. Bluetooth 4.1 (Smart/BLE habilitado) A2DP/AVRCP compatible con SBC, AAC, aptX y aptX HD. Conexíon Toslink 16/24-bit 32-96kHz. Conexión SPDIF Coaxial 16/24-bit 32-192kHz. WIFI IEEE 802.11 b/g o n (2,4GHz), Encriptación WEP, WPA, WPA2. Ethernet IEEE 802.3, 10 Base-T o 100 Base-T. Además de dos entradas analógicas no balanceadas RCA y una de balanceada XLR. Y todo esto con un consumo energético máximo de 100 W.



Cambridge Audio Edge M y NQ

Mando a distancia y Edge NQ a juego para una integración visual perfecta.



Dentro de la literatura sobre la máquina que nos encontramos en su web, destaco el mando (knob) multifuncional de generosa dimensión que controla tanto el volumen, en su esfera exterior, como el selector de fuentes, en la interior, a modo disco giratorio independiente. El modelo EVO también dispone de él, pero los acabados y tacto de EDGE lo convierten en una sensación por sí misma.



Cambridge Audio Edge M y NQ

Toda una pieza de ingeniería por ella sola.



Cambridge Audio Edge M y NQ

Visión de la parte trasera con sus conexiones.



Estéticamente, podríamos decir que todo da el nivel que se espera de un producto High End. Sin puntos flojos. Los mecanizados, el color sobrio y elegante, el mando a distancia, pesado y sencillo, pero con todo lo necesario; del mismo material que toda la carcasa Edge. Los detalles están cuidadísimos en esta serie, que aspira a formar parte de la élite del audio. Por este motivo, su apuesta por competir en el más selecto de los clubs es decidida y clara.


Y sin dejar de lado para nada la estética y antes de entrar de lleno en el mundo del sonido, dejarme hacer un comentario extra. Entre todas las falsedades que se dicen de forma constante en este mundo, la más grande de todas es que “solo me interesa el sonido”. Yo lo sé, tú lo sabes; yo lo reconozco, ¿lo reconoces tú? Tanto en sistemas que conviven en el salón de la casa, como los más afortunados que disponen de sala dedicada, todos, absolutamente todos se pasan la mayor parte del tiempo… sin funcionar. Por lo tanto, tener una buena presencia y generar satisfacción estando apagados, es un plus en sí mismo. Por este motivo todos los fabricantes dedican tiempo y dinero en generar una imagen reconocible, una imagen agradable y vistosa tanto si están conectados a la red eléctrica como si están desconectados. Nadie quiere ser una pantalla negra de televisión. Por este motivo, entre otros claro, conectar todas estas piezas con cables de nivel, tanto acústico como estético es una prioridad ineludible.


Wires4Music al rescate



Cambridge Audio Edge M y NQ

Detalle de la regleta Supra con los tres cables de potencia Horus MK2.




Cambridge Audio Edge M y NQ

La belleza de un producto está en los pequeños acabados.



Tuve el placer de poder analizar en su día la serie Evolution 2 y me quedó un magnífico sabor de boca, tanto a nivel de acabados del producto como su desempeño acústico y el toque que le dio al sistema. Por ello, repetir experiencia se hacía muy apetecible para mí y tenía la opción de repetir o probar algo nuevo. Como usuario elijo lo conocido y como analista lo nuevo, por lo tanto, Horus MK2 en casa.


Sistema asociado


Para esta ocasión hemos utilizado:

» Giradiscos EMT 948
» Reproductor de Cd's Cairn mod. Swan
» Cambridge Audio EDGE M
» Cambridge Audio EDGE NQ
» RadioTehnika Giant FS-100N (1)
» Cables de interconexión, de potencia y altavoces Wires4Music Serie Horus MK2
» Servidor Daphile?, Tidal y Deezer



Cambridge Audio Edge M y NQ



Música para mis oídos


Posiblemente esta vez presente la variedad más ecléctica reseñada hasta ahora, pero el invitado marca el ritmo y yo solo le sigo. David Bowie entró en casa remasterizado del 2021 con su “Black Tie White Noise”. El tema principal, “The Wedding” te atrapa desde el primer segundo, dejándote su ritmo, en segundo plano, literalmente pegado al sofá. No puedes hacer otra cosa que abandonarte del todo y vivir el universo Bowie. Volviendo al ritmo, su caja de ritmos constante, expansiva, llena todo el espacio creando atmósfera; sobre ella, el resto de instrumentos haciendo una auténtica constelación de sonidos, más allá de una simple conjunción.


Desde Alemania me llegó una recomendación musical muy bien argumentada:”Gallego, si tenés ganas de escuchar una batería impresionante”. Se refería a Pineapple Thief y su album “Your Wilderness” (2016) y el tema “No Man’s Land”. La calidad sonora del disco no es excelente aunque su música lo compensa del todo. El baterista (Gavin Harrison) interpreta en vez de golpear la batería. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novedad (para mí) de este estilo y la compenetración con el bajo es de nota. Tenéis que escucharlo.


El grupo catalán Amics de les Arts publicó hace años un disco redondo de verdad “Espècies per Catalogar” (2012). Quiero destacar por su sonoridad “Lousiana o Els Camps de Cotó”. Es una canción tranquila, relajada, donde los pocos instrumentos que hay se expanden por toda la sala, sin prisas, sin nervios. Las voces, muchas veces casi sin instrumentación, son claras y reales de verdad, con una presencia tridimensional de la misma que crees sentir la presencia física del grupo en la sala.


Con tanta presencia sonora, con tanto cuerpo y presión acústica, no podía saltarme para nada uno de mis clásicos de siempre, John Lee Hocker. Reunió un buen puñado de amigos para dejarnos claro a todos, que pese a todo, no miraba hacia atrás para nada “Don´t Look Back”, y te anima a ti a no hacerlo. Nada, que pierde el tiempo, siempre vuelvo a él. Con Van Morrison generaron una versión del “The Healing Game” que roza la perfección si esta existe. Las dos voces, muy características las dos, se muestran desnudas y te permite captar cada matiz, cada impulso de la voz. El órgano Hammond, de acompañamiento, marca la línea de continuidad y una batería muy poco presente, pero vital para marcar el tempo de la canción, acaban por embriagarte del todo. Aunque a primera vista (oída sería más correcto), es un caramelo para cualquier sistema, no es así. En la grabación existe un clima que para reproducirlo de forma correcta hace falta mucho músculo para llenar el espacio con tan poco sonido y mucha presencía al mismo tiempo.



Cambridge Audio Edge M y NQ

No podía faltar la estampa navideña para este Especial Navidad 2021.



Conclusiones finales


Cambridge Audio quiere cambiar la concepción que aún tienen algunos aficionados sobre sus productos de manera decidida. Y lo hacen sin ningún tipo de prevención, atacando la zona más alta de exigencia en los productos como es el High End. No me atrevo a dar carnets de pertenencia o no a este venerado club aunque mi opinión personal queda clara a lo largo de este Especial de Navidad.


Sus conexiones analógicas (tres) son en número suficiente como para poder ser el NQ el corazón que controla todo el sistema. El mando a distancia vuelve a ser útil por la existencia de las entradas analógicas y la tablet se ha quedado mucho más encima de la mesa que en otras ocasiones.


Incomprensiblemente, mi servidor Daphile no detectó al EDGE NQ. No pude probarlo con Roon, ya que la política de esa empresa no es muy agradecida con los analistas y no nos facilita nuestro trabajo, como si lo hace Tidal o Deezer.


Hace ya algún tiempo analicé también el Pass Labs INT 250; y precisamente son dos productos de precios similares (aunque no comparables del todo, por el hecho de que EDGE NQ lleva incorporado un streamer y un DAC), quiero remarcar un aspecto capital para mí. Con un sonido excelso por ambas firmas y, sin duda alguna, en su expresión más elevada que uno puede disfrutar dentro de esta gama de precios, no son comparables entre ellos. El sonido, y la distribución del mismo en la sala es radicalmente distinta entre ellos. Abriendo hasta el infinito el Pass Labs los laterales, pero sin una gran presencia frontal. Esto lo convertía en una herramienta imprescindible para la lírica y grandes masas orquestales, pero mucho más justo para otras expresiones musicales. El EDGE M, conjuntamente con EDGE NQ, es muchísimo más polivalente, musicalmente hablando. Su escena lateral es grande y la frontal, contundente. Esta característica te abre la puerta a disfrutar de cualquier estilo musical con solvencia, no encasillándose. Desde voces solistas hasta el pop o rock más contundente no doblegan en ningún momento la entrega de potencia de las monofónicas. En este aspecto la música electrónica es “agotadora” para muchas electrónicas, ya que sus ritmos infernales, en algunos casos, obligan a entregar una cantidad elevada de energía a los transductores y sin pausa alguna volver a hacerlo. Cuando un músico junta demasiado dos percusiones profundas, de forma habitual, lo percibimos como dos percusiones distintas porque la electrónica no ha tenido tiempo de recuperarse de la primera y la segunda suena inferior, tanto en volumen como en expansión de la misma. Y casi siempre es la misma señal… Y en este sistema, no hay problema alguno. Bien.


Por casualidades de la vida, he analizado en espacio relativamente corto de tiempo, una amplia muestra de productos de Cambridge Audio y de forma contundente creo poder asegurar que el precio sí que marca la diferencia.


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