Canto de sirenas
Jesús Encinar

Jesús Encinar
24 Preludios, Op.28 de Frédéric Chopin


Frédéric Chopin nace en un pueblo cercano a Varsovia en 1810 y muere en París en 1849.
De padre francés, que tocaba la flauta y el violín, y de madre polaca, que tocaba el piano. Chopin sería el segundo hijo de los cuatro del matrimonio y único varón.

Desde pequeño se interesó por la música y ya componía antes de saber escribir música. A los 17 años, muere su hermana de 14 años. El piano era el gran consuelo de Chopin.

A los 18 años, viaja a París por primera vez. A los 19, a Viena y da varios conciertos con un éxito enorme y buena crítica.La libertad, la música, el amor, eran sentimientos que hallaban un lugar en su ánimo, quizás confusamente entremezclados pero sin duda sensibles.Y nace en él un ansia de partir que es igualmente un sentimiento romántico: la evasión es aquel sentimiento existencial del afán que impulsa a los hombres más sensibles hacia aquello que no conocen pero que intuyen que es lo que debe ser, hacia aquello que han de perseguir sin importar el modo, precisamente también con una genérica evasión. A partir de 1830 Chopin saldría de Varsovia para no regresar jamás.

Chopin sufría terriblemente de pánico escénico, cada exhibición en público le costaba un esfuerzo inmenso. En los 18 años de vida parisina, sólo actuó en público 14 veces.

Tremendamente enamoradizo y de una salud muy delicada, tisis; que le marcarán toda su vida y su obra.

En el salón de la condesa Agoult, amante de Liszt, Chopin conoce a la escritora George Sand, seudónimo de Aurora Dupin. Ésta se siente atraída por la fragilidad de Chopin, por su languidez. En 1838 se trasladan a Mallorca (el invierno, 97 días en total, en los que llega pletórico y experimenta una involución emocional), al año siguiente (1839) pasan algún tiempo en Marsella y acaban en Nohant, en la granmansión de la novelista. El amor se iba debilitando, o mejor dicho, iba adquiriendo el aspecto de lo habitual. Regresan a París y residen en domicilios diferentes. En 1847 los motines revolucionarios en Francia hacen mella en su situación financiera, todos los aristócratas habían huido de París y ninguno pensaba en tomar clase de piano. Chopin solo, deprimido, decide abandonar París y partir hacia Londres, después a Escocia y vuelta a Londres. En el verano de 1849 regresa a París y moriría el 17 de octubre con tan solo 39 años. En sus funerales se oiría el Réquiem de Mozart y como despedida antes de salir de La Madeleine hacia el cementerio de Père Lachaise los preludios 4, 6 y 20 al órgano.

Chopin escribe exclusivamente para piano con escasas excepciones.


24 PRELUDIOS OP. 28


Escritos entre 1831-1839. La primera edición de los veinticuatro Preludios Op. 28 apareció en París y en Leipzig en 1839. La edición de París estaba dedicada a Camille Pleyel, fabricante de pianos que utilizaba Chopin. Uno de estos instrumentos fue el piano que envió a Mallorca en 1838 y que en la actualidad está expuesto en la celda 4 de la Cartuja de Valldemossa; y la alemana a J. K. Kessler.
Durante el siglo XIX, el preludio era un género musical con forma libre y carácter improvisado que servía de introducción a una fuga o a una suite de danzas.

Los 24 preludios de Chopin representan en su conjunto una obra de grandes dimensiones formada íntegramente por un conjunto de preludios propiamente dichos, lo cual era totalmente innovador en la época.Los preludios de Chopin conservan una estructura no definida, pero son piezas independientes que no sirven de introducción a ninguna otra. Desliga el preludio de la fuga y hace de él una pieza corta e independiente, sin normas, con lo que consigue sacar de sí mismo música en estado puro, en su propio estilo.

Una parte de los preludios la concluyó durante su estancia en Mallorca, pero muchos de ellos ya los había terminado en París, aunque otros muchos sólo estaban abocetados. En realidad, parece que Chopin los revisó en Mallorca con vistas a su publicación. Tal es la curiosidad que despierta la “historia de amor vivida con George Sand” que algunos quisieron poner títulos absurdos a los preludios, que sin duda serían rechazados por Chopin, en relación a sus vivencias en dicha isla. Pero lo que Chopin expresa en estos preludios va mucho más allá de todoesto; son sentimientos más profundos. Yo lo definiría como un viaje interior.



Los Preludios están fuertemente influidos por el afán de variedad y la maestría técnica de "El clave bien temperado" de Johann Sebastián Bach. De hecho están organizados de acuerdo al orden normal de las veinticuatro tonalidades, de modo que tras cada tonalidad mayor le sigue su relativo menor, tal como hiciera Bach en la antes citada obra. El mismo Chopin aconseja a uno de sus alumnos que toque cada día los preludios y fugas de Bach: " Es la mejor escuela, nadie creará nada mejor, sin Bach no puede haber libertad en los dedos, ni de sonoridades claras o bellas, todo lo que hace es perfecto y no es posible imaginarlo de otra manera y la más pequeña modificación lo echaría a perder todo". Schumann definiría a los preludios como "Ruinas incompletas".

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