Canto de sirenas
Jesús Encinar

Jesús Encinar
Miguel Rios


Los días 11 y 12 de marzo de 2022, a las 22:00 horas, en el Wizink Center de Madrid, Miguel Ríos aparecía en el escenario con su chupa de cuero y sus 77 tacos a cuestas para rememorar el concierto, que 40 años atrás, cambió la historia del rock de este país. Lo hizo con la misma banda de entonces, excepto los desaparecidos Sergio Castillo y Paco Palacios (paradójicamente, los integrantes más jóvenes de la banda original) y acompañado para la ocasión de muchos músicos y famosos (cuarentones, cincuentones y sesentones) que querían estar a su lado a modo de tributo. El precio de las entradas era desde 36.50 € y se agotaron en menos de un mes.


El 7 de mayo de 1982, a las 22:50 horas, un servidor con 13 años, había convencido a su padre para que le dejara ver en la tele y grabar, el concierto que TVE emitía en su primera cadena.

En mi casa el consumo diario de televisión lo teníamos casi prohibido, mi padre era de radio y la tele sólo se ponía para ver el "parte" (la Guerra les marcó a fuego). Pasión por la radio que heredamos mi hermano y yo, que viví algunos años felizmente sin tele.

El concierto duró una hora y lo vieron entre diez y doce millones de espectadores. Yo lo grabé con mi pequeño radiocasete mono, poniendo el micro del radiocasete pegado al altavoz de la tele en blanco y negro que presidía el comedor. Conseguí ver y grabar el concierto, con el consiguiente ruido como de conmutación que hacían esos televisores y el absoluto silencio en que permaneció toda la familia durante el mismo, solamente roto al finalizar por una frase lapidaria de mi padre, que quedó grabada en la cinta y que siempre que la escuchábamos, mi hermano y yo, nos hacía reír mucho: "¡Bah! Locos". Nunca tuvimos la cinta original.

La semana pasada viajando en coche y escuchando en la radio una emisora musical, mi pareja rememoraba ese tiempo lejano y totalmente perdido, en el que grabábamos nuestras canciones favoritas de las emisoras de radio, siempre interrumpidas por la voz del locutor o algún anuncio.

Necesitábamos esfuerzo y dedicación exclusiva, para estar el día y la hora del programa y estar atentos para dar al "Rec", al comienzo de la canción, y a la " Pause" al final. Ahora con los podcast, los puedes oír en cualquier momento y en cualquier situación, haciendo cualquier otra actividad a la vez. Tal vez hemos perdido esa cultura del esfuerzo que nos ha acompañado desde el origen de los tiempos, donde el lograr algo siempre venía precedido de un esfuerzo parejo a lo que se quería conseguir. Yo prefiero esta inmediatez de ahora, aún sabiendo que he perdido algo por el camino.


Miguel Ríos, 40 años no es nada

Los pioneros son ese tipo de personas acostumbradas a escuchar con frecuencia: "eso no se puede hacer, es imposible", "pero estas loco...". Y tal vez no les falte razón a los que se lo dicen, pero el pionero siente una fuerza interior que le somete y guía, sabedor de que ese es el camino correcto. Todo pionero tiene algo de genialidad, ese martirio que le esclaviza día tras día.

El pionero aunque es un visionario, lo tiene todo en contra, tiene que abrir el camino, sabedor de que tiene mucha probabilidad de equivocarse.

Lo que pensó Miguel Ríos fue algo enorme para este país en esa época y lo que hizo fue grandioso y visto lo visto, milagroso. Lo que nunca imaginó es que sentaría las bases para todos los demás, haría de su profesión una profesión respetable y respetada. El músico empezó a exigir por contrato unas condiciones que anteriormente eran inimaginables, como número de camerinos, caterings, aforos máximos, medidas de escenarios, condiciones de actuación, calendario de conciertos, etc.


El panorama musical predemocracia era desolador. Una vez firmada la Constitución empezaron a surgir grupos de rock con letras sociales, que hablaban del vivir, del día a día, de lo que nos pasaba a cualquiera de nosotros. Empezaron a llegar grupos y estrellas internacionales que podíamos ver y oír en conciertos en las grandes ciudades.


En el año 1981, ETA pasó de cometer siete asesinatos al mes, del año anterior, a tres; y en el mismo momento en que Tejero entraba en el Congreso de los Diputados gritando: "Quieto todo el mundo", Miguel Ríos estaba en mitad de un ensayo en los estudios de Polydor en Madrid, para la grabación de su disco Extraños en el escaparate. En mayo surge el síndrome del aceite tóxico o enfermedad de la colza, por la venta a granel de aceite de colza desnaturalizado, con más de veinte mil afectados.


Miguel Ríos, 40 años no es nada

En el panorama musical de ese año suenan "Los pajaritos" de María Jesús y su acordeón y "Las chicas son guerreras" de Coz. De la ruptura de Coz surgirá Barón Rojo que graba su primer disco "Larga vida al rock & roll". A su vez nace también Obús. Leño graba su disco en directo en el club Carolina. Asfalto lanza el primer disco doble de la discográfica Chapa Discos titulado "Déjalo así".

Burning saca su tercer disco "Bulevar" con su canción "No es extraño que tú estés loca por mí".

Ramoncín publica "Arañando la ciudad", para mí su mejor disco, al que tendré que dedicarle un espacio un mes de estos.

También surgen los grupos de la denominada Movida madrileña: Alaska y los Pegamoides, Radio Futura (1980), Nacha Pop, Los Secretos, etc. Mecano graba y edita su primer disco en 1982.


En 1982, del 13 de junio hasta el 11 de julio se celebró en España el mundial de fútbol. Los Rolling Stones tocan en el Vicente Calderón de Madrid el 7 de julio bajo una tormenta bíblica, con su equipo inalámbrico sin riesgo a electrocutarse (Miguel Ríos suspende el concierto de Oviedo por lluvia, las tablas mojadas del escenario no aguantan el peso del equipo y también por miedo a morir electrocutados). El 28 de octubre el PSOE arrasó en las elecciones generales por mayoría absoluta, y el 31 de octubre el Papa Juan Pablo II visita España, es la primera vez que un Papa viene a España.



LOS PROTAGONISTAS



MIGUEL RÍOS nace en Granada en 1944, es el menor de siete hermanos. Comenzó a trabajar a los 15 años en un bar y posteriormente en la sección de discos de unos grandes almacenes, donde entra en contacto con el rock and roll, descubriendo la música de Elvis: "su música me ayudó a tomar el tren de medianoche que cambiaría mi vida durante años, Elvis fue Dios y yo quise ser su profeta".

Se traslada a Madrid en 1960 de la mano de un cazatalentos y a partir de 1962 empieza a grabar EP (mini álbum) y sencillos con la compañía Polygram. Su gran éxito le llegaría en 1969 ya fichado por Hispavox. Se trata del "Himno a la alegría", adaptación del último movimiento de la Novena de Beethoven, arreglada y dirigida por Waldo de los Ríos. Su versión inglesa "A song of joy" vendió siete millones de copias en todo el mundo, lo que le permitió un colchón económico para poder desarrollar su carrera en solitario y poder componer canciones.

En 1972 hace una gira de conciertos y graba un disco "Conciertos de rock y amor", siendo uno de los primeros discos en directo grabado en España.

En 1978 diseña, dirige y produce la gira "La noche roja", patrocinada por la marca de vaqueros Red Box. Fue la primera gira con equipamiento traído de Inglaterra, tanto luz como sonido.

En 1982 publica el "Rock & Ríos", siendo el disco del que más copias ha vendido en toda su carrera.

En 1983 publica el disco "El rock de una noche de verano" y realiza la gira más exitosa de su carrera con más de setecientos mil espectadores en treintaidós conciertos.

Sigue publicando diversos discos y giras, acompañado de otros cantantes ("El gusto es nuestro" con Serrat, Ana Belén y Víctor Manuel), con la Big band Ríos, duetos, etc.

En 1997 funda su propio sello discográfico "Rock and Ríos records".

En 2001 publica su disco "Miguel Ríos y las estrellas del rock latino", premiado como mejor álbum de rock y es nominado a los Grammy Latino como mejor cantante de rock del año. Este año en la gira incorpora una novedad mundial, al presentar mediante hologramas a sus colaboradores en el escenario.

En 2004, para celebrar sus sesenta años publica el disco "60 mp3", dedicado al blues, llevándose el premio al mejor disco de rock en los Premios de la música, mejor álbum de rock por la Academia de la música y el premio Música 2005 de Canal Sur Radio.

En 2007 recibe el premio Ondas por toda su carrera.

En 2021 publica su último trabajo hasta ahora "Un largo tiempo". No sabemos si será el último, lo que sí que sabemos es que no hizo caso a su madre que le había dicho que se retirara joven, que no envejeciera sobre el escenario.

Ha publicado múltiples EP desde 1962-1967, 18 álbumes de larga duración desde 1969 hasta 2021 y colecciona distinciones y premios varios: medallas de oro al mérito, medallas de honor y "doctor honoris causa" de dos universidades, entre otras.


CARLOS NAREA nace en Antofagasta, Chile, en 1953 pero vivió y estudió en Santiago de Chile. En 1971 forma su primer grupo profesional con algunos familiares, TIZA. En 1972 graba su primer disco. En 1973 viaja a España contratado por discos Columbia y graba su segundo disco. Es a finales de este año cuando se disuelve el grupo y forma uno nuevo, SANTIAGO, con Tato Gómez, Mario Argandoña y Carlos Eduardo "Chico" de los Reyes. Es contratado por la compañía BASF en Alemania y se trasladan a Colonia donde graban dos LPs con el productor Dieter Dierks (Scorpions). En 1976 deja el grupo y se vuelve a Madrid y trabaja como ayudante del director artístico de Fonogram. En octubre de 1977 le ofrecen la dirección artística de discos Polydor hasta mediados de 1980. Desde entonces se dedica por completo a la producción discográfica y a la producción y dirección artística de conciertos y grandes eventos.

Entra en contacto con Miguel Ríos en la gira "La noche roja" (1978).

Productor discográfico de Miguel Ríos, Topo, Nacha Pop, Leño, Los Secretos, Rosendo, Antonio Vega, Pedro Guerra, Raimundo Amador, Luz Casal, Zenet... y un largo etc., siendo hoy uno de los productores más relevantes del panorama musical español.


TATO GÓMEZ , nace en 1953 en Santiago de Chile. A los 15 años firmó un contrato con RCA Records en Chile. En 1974 funda la banda Santiago en Colonia (Alemania) en la que también se encuentra Carlos Narea. A la salida de Carlos del grupo, le sustituye el guitarrista John Parsons. Entra en contacto con Miguel Ríos en el disco "Rock and roll bumerang" (1980).



ROCK & RÍOS


"No hay mejor recompensa que tomar senderos ignorados. No para atajar, sino para llegar a parajes desconocidos "
María José Llergo

Miguel Ríos ya venía barruntando grabar un disco en directo a lo grande, como hacían las bandas internacionales, con ese sonido y con toda esa parafernalia y también, para celebrar sus 20 años de carrera.

Miguel ya había grabado uno anteriormente en el año 1972 (Conciertos de rock y amor), de cuyo resultado no había quedado muy satisfecho. Esta idea la habló y gestó con su productor Carlos Narea y se pusieron manos a la obra.


Lo primero que hicieron fue elegir a la banda, los músicos. Carlos trajo a los integrantes y amigos de Santiago, su antigua banda, que ya habían grabado con Miguel: Tato Gómez, 29 años, al bajo y coros y también como director musical. John Parsons, 27 años, guitarra. Mario Argandoña, 31 años, batería, percusión y guitarra acústica. El resto de componentes de la banda serían: Mariano Díaz Rodriguez, 32 años, sintetizadores y percusiones. Thijs Van Leer, 34 años, teclados y flauta; antiguo componente del grupo holandés Focus. Sergio Castillo, 26 años, batería. Paco Palacios, 24 años, guitarra y voces. Antonio García De Diego, 33 años, guitarra y voces. Salvador Domínguez, 28 años, guitarra. Miguel Ríos, 37 años, voz solista y Carlos Narea, 29 años, productor.


Lo segundo que hicieron fue elegir el repertorio, que sacaron de los tres últimos discos del tándem Miguel-Carlos: "Los viejos rockeros nunca mueren"(1979), "Rock and roll bumerang"(1980), "Extraños en el escaparate"(1981). Y además componen cuatro canciones nuevas para el concierto, que nadie se sabrá, porque será durante el concierto la primera vez que se escuchen. "Bienvenidos", "Generación límite", "Blues del autobús" y "Reina de la noche".


Lo tercero que hicieron fue pensar cómo hacer el espectáculo: sonido, luces, grabación, etc. Deciden grabarlo también en vídeo, la primera vez que se hace en España, traen un láser que ya había probado en la gira "La noche roja" (primera vez en España), pantallas gigantes de vídeo en las que saldrán imágenes del concierto en tiempo real. Alquilan un equipo de sonido inglés con el que han girado Pink Floyd y Supertram de 15.000 watios (primera vez en España). 200.000 watios de luz, una auténtica barbaridad para la época, nadie de España había dado un concierto así. Y como guinda del pastel alquilaron de Londres el mejor estudio de sonido europeo y uno de los mejores del mundo: el Mobile One, el mismo con el que Supertram grabó su doble en directo "Paris" en 1980. Querían alquilarla por un periodo de diez días, pero por motivos de presupuesto, sólo la pudieron alquilar durante cuatro días.

Con estas tres premisas ya resueltas comienzan los ensayos, reelaboran los temas seleccionados, arreglos nuevos, todos los músicos aportan ideas, quieren que suenen más rockeros, más guitarreros y no tan melódicos como suenan en los discos de estudio.


El Mobile One es un estudio de grabación móvil instalado en un camión con una mesa de 48 pistas. Como no existen magnetófonos de tantos canales se decide simultanear dos Studer A820 de 24 pistas cada uno. Estos magnetófonos incluyen una pista libre que lleva el código de sincronización SMPTE/EBU, para poder sincronizarlos después. Con esta técnica se consigue grabar en 48 pistas aunque técnicamente resulta arriesgado y complejo como se verá más adelante. El técnico de PA (megafonía) de los dos conciertos, Peter McNamee, desaconsejó a Narea de tal idea, que la sincronización no funcionaba, pero Narea no cejó en el empeño y siguió con su idea para adelante asumiendo el riesgo.

Miguel Rios

Esta característica de los magnetófonos va a condicionar el repertorio y su orden en el concierto. Las cintas en las que se va a grabar son de dos pulgadas de veinte minutos de duración cada una. Hay que saber con exactitud cuando se hace el cambio de cintas para no agotar esos veinte minutos y cambiarlas cada dieciséis minutos aproximadamente y que no pille ninguna canción ya empezada cuando se termine la cinta, porque no se grabaría en su totalidad.

A Miguel se le avisa desde el camión en cada cambio de cinta para que hable con el público y gane tiempo para hacer la sustitución. Evidentemente, va a haber temas que no se grabarán, el concierto ya está diseñado así.

Al ser un disco doble, de cuatro caras de veinte minutos, se va a tocar más tiempo para elegir después el material y las canciones que estarán y no estarán en el álbum. Se utilizaron cuarenta cintas en total y se decidió grabar a la velocidad de treinta pulgadas por minuto, para aumentar la calidad del audio. Narea toma una decisión muy inteligente al distribuir el sonido por magnetofón, poniendo una batería en cada uno, un teclado en cada uno, dos guitarras en cada uno y la voz de Miguel y el bajo en los dos. Con esto se aseguraba la grabación de pistas maestras por si la sincronización de los Studer diera problemas. Un visionario.

Nunca hasta ese momento se había hecho en España algo parecido, ya que ningún estudio disponía de dos magnetofones.

Se fija como fecha del concierto y grabación los días 5 y 6 de marzo de 1982 en el Pabellón de la Ciudad Deportiva de Madrid (antiguo Pabellón del Real Madrid, hoy inexistente) a 600 ptas. la entrada (3.60€). La banda ha ensayado todo el repertorio en el estudio de Fonogram de Madrid, desde el 22 de febrero al 2 de marzo, nueve días según consta en la carátula del vinilo y dos semanas, según declaraciones posteriores tanto de Miguel como de Carlos.

No es nada habitual grabar un disco en directo antes de la gira del mismo, es empezar la casa por el tejado. Lo lógico sería grabarlo cuando la gira estuviera bien rodada y engrasada, ya que sonaría todo mucho mejor, pero inexplicablemente se decide hacer así (a priori, otra decisión errónea), como si de un disco de estudio se tratara, para que esté en el mercado meses antes del comienzo de la gira.


El Mobile One tendría que llegar el día 4 de marzo para poder montar todo bien, hacer las conexiones de los cientos de metros de cable y hacer las pruebas de sonido. Por problemas de papeleo de importación, la unidad móvil es retenida en la frontera de Irún y no llega a tiempo, cundiendo el pánico en el Pabellón entre todos los integrantes, pues han arriesgado mucho para que fracase. Por fin, la unidad móvil entra en Madrid el día 5 de marzo, a la misma hora a la que la banda hace la prueba de sonido del primero de los dos conciertos que se van a grabar.

Acaba el concierto y los músicos no han estado bien en su actuación, han tocado a un tempo demasiado rápido, aunque Carlos Narea les dice que ha salido bien, ellos saben que no, no ha sido así. Son todos unos perfeccionistas y saben que ha sido un desastre.

El Mobile One no ha grabado todo el concierto, no ha habido tiempo de montar todo. Se han registrado tomas y todo parece indicar que se lo tienen que jugar todo a una sola carta: la actuación del día siguiente.

El concierto también se va a grabar en vídeo, ya se había decidido de antemano que sólo se iba a grabar en vídeo el concierto del día 6 de marzo, no hay presupuesto para más, añadiendo aún más presión a los integrantes de la historia.

La dirección y realización del vídeo está a cargo de Hugo Stuven, en excedencia en TVE. La unidad móvil y producción corre a cargo de Atanor. Se dispone de seis cámaras, dos de ellas se doblan por si hubiera fallos. Una grabará en plano corto a Miguel y otra en plano general al escenario. Se hacen pruebas el 4 y el 5 de marzo, antes de grabar el día 6.

Miguel Rios

Hugo Stuven está en la mesa con un mezclador y un segundo que hace planos cortos, y en directo se eligen las tomas que pasan por las pantallas gigantes. Aunque el concierto se graba íntegro, en el especial que TVE emitirá en mayo no puede durar más de una hora, con lo que se tendrán que eliminar canciones.

El 6 de marzo, a las 22:26 horas empezó el concierto y grabación, que duraría dos horas y que lo cambiaría todo en este país. Al terminar, músicos y productor están eufóricos, hoy sí ha salido perfecto. El primer milagro se ha producido.

El día 7 de marzo es el cuarto y último día de alquiler del Mobile One, se decide retocar los coros de la banda que han quedado altos en la afinación y se graba de nuevo la palabra "totalitarismo" que se le encasquilla a Miguel en la presentación del "Himno a la Alegría", con lo que en la grabación que oímos en el disco esa palabra no tiene eco. Los responsables insisten en que no se regrabó nada más, si es así, estaríamos ante uno de los pocos conciertos grabados tal cual sucedieron, prueba de ello es que Miguel se equivoca en la letra del "Sábado a la noche" y la primera vez dice "te sacaré a salir" y se ríe, en vez de "te invitaré a salir" de la segunda vez del estribillo.


Ahora que tenemos el oro puro en forma de bobinas de dos pulgadas hay que mezclar, editar y masterizar, para poder volcar el producto final al doble vinilo y doble casete.

Para mezclar y editar el disco se barajan Londres, Los Ángeles o Nueva York. La aventura americana fracasa, porque el amigo de Narea que lo iba a hacer no está disponible esos días y se decantan por Londres, por el estudio Marcus Music Studios. Otra vez el presupuesto lo marca todo, disponen sólo de cinco días para viajar, ida y vuelta, y hacerlo todo. DE LOCOS. Cuatro días para editar y mezclar y un quinto para masterizar.

Una vez en Londres empiezan de nuevo los problemas, los reveses. El disco parece que está maldito. La sincronización de los dos magnetofones ha fallado, como bien había vaticinado Peter McNamee. 24 pistas por un lado y 24 por otro, el sonido es ininteligible. El código de sincronización se grabó a otro nivel y la máquina no lo lee. Durante horas el "Rock & Ríos" no existe, todo el trabajo e inversión tirados por la borda. De repente, un técnico de masterización del estudio hace una trampa tecnológica para que las máquinas lean el código y se sincroniza. Se empieza a mezclar a tiempo real, porque rebobinar si hay errores, es tarea casi imposible. Para colmo de males, una de las cintas está deteriorada y hay que mezclar sin parar esos veinte minutos de duración de la cinta.

Una vez mezclado todo el disco hay que editarlo. La gente del estudio está agotada, el técnico no se encuentra bien y se acurruca debajo de la mesa y Miguel se queda dormido. Llevan todos 24 horas sin parar. El disco lo editan Carlos Narea y un joven del estudio llamado Femi Jiya. Se hace artesanalmente, cortando y pegando las cintas a mano. Se tiran toda la noche. Cortar, pegar, escuchar.. en bucle, sin parar. A las 12 de la mañana están citados para masterizar, y de tarde, sale el avión para España y si pierden el vuelo tendrían que sacar billetes nuevos y no hay money.

A las 9:00 H, acaban la edición y se van a masterizar a Strawberry Mastering. Todo se hace con prisas, no hay tiempo material. Se masteriza prácticamente al tiempo que se escucha. Se igualan niveles, se ajusta el color general, lo que mejor suena se elige de referencia y a copiar el máster. Cuando el avión sale hacia Madrid, el máster viaja con ellos. Ochenta minutos seleccionados del concierto para cuatro caras de veinte minutos con un sonido espectacular. El doble vinilo no ofrece íntegro el concierto del día 6, que son dos horas, y se incluyen dos temas del concierto del día 5, "Nueva ola" y "Generación límite", que gustaron más porque se tocaron más rápidas ese día y son más cañeras. En el vinilo se decide que cada cara no ocupe más de veinte minutos, para que el surco sea más ancho y suene mejor y más potente. Como se ve, se puso mucho cuidado en todos los eslabones de grabación y reproducción del disco para que el sonido fuera el mejor posible. Cuando Juan Antonio Parajo, de Polygram, escucha una copia de prueba en la casa de Miguel dice: "No parece un disco español. Parece norteamericano".

Los discos se prensan y copian en Fonogram (Madrid) en veintiún días y salen a la venta a primeros de mayo de 1982, con un precio de 1100-1200 pesetas (6,50-7,30€). Curiosamente, la primera vez que se escuchó en radio fue en el programa informativo de la mañana "España a las 8", en Radio 1 de RNE, porque el locutor, Luis de Benito, jugaba al frontón en el mismo gimnasio que Miguel Ríos y le pidió permiso para ponerlo, así que su estreno en radio no fue en un programa musical.

El disco quedó distribuido de la siguiente manera:

CARA 1:

Bienvenidos . Tema a modo de saludo al estilo de las bandas inglesas, que Miguel quería tener en su repertorio. Le salió de un tirón y Tato Gómez ideó cuatro acordes que suben en intensidad y ahí colocaron bien-ve-ni-dos, ya tenían el estribillo perfecto. El comienzo idóneo de cualquier concierto, con esas dos baterías dándolo todo.
Sueño espacial , del disco "Rock and roll bumerang" de 1980. Aunque este tema y el siguiente pertenecen a discos distintos, realmente parecen el mismo, perfectamente enlazados.
Año 2000 , del disco "Extraños en el escaparate" de 1981. Tema visionario donde los haya, todo irá a peor.
Generación límite, canción atemporal, siempre estaremos en la generación límite.
Un caballo llamado muerte , del disco "Los viejos rockeros nunca mueren" de 1979, música del guitarrista Javier Vargas. Gran tema sobre la heroína, versión mucho más rockera que la versión en estudio más inclinada hacia el rock latino tipo Santana. Todo un acierto el sustituir el solo de guitarra por el de flauta de Thijs Van Leer, a lo Ian Anderson.


CARA 2:

Buscando la luz, del disco "Extraños en el escaparate" de 1981, firmado por los tres productores del disco. "Solo la Gloria De Dios"(soli deo gloria), un guiño místico de estos tres monstruos.
Blues del autobús . Miguel de la letra sólo tenía el estribillo y no le salía nada más y se lo pasó a su amigo Víctor Manuel para pedirle ayuda. Al día siguiente le pasó la letra que hoy conocemos. Un temazo nostálgico a tempo entre blues y balada.
El río . Formó parte del primer single de Miguel para Hispavox junto a "Vuelvo a Granada". Compuesta por Fernando Arbex, de Los Brincos, que se la dio a Miguel. Su letra fue una revolución para la época. Fue la primera canción de Miguel que escuchó Tato Gómez en Chile y fue éste el que insistió para incluirla en el concierto para dar entrada a "Santa Lucía".
Santa Lucía . La balada por excelencia de Miguel Ríos. Compuesta por el argentino Roque Narvaja. Fue Narea el que tuvo que convencer primero a Roque, para que cediera la canción a Miguel y después a Miguel para grabarla. No hay nadie en España de más de cuarenta años que no se la sepa. En el concierto se la sabían todos.
Banzai . Tema del disco "Extraños en el escaparate" de 1981, firmada por Salvador Domínguez, muy guitarrera, el tema más heavy de todo el disco.
Reina de la noche . Firmada por el guitarrista Salvador Domínguez. Esta balada heavy nos habla de cómo le gustaría morir a Miguel. Uno de los grandes temas del disco, con un Salvador Domínguez inconmensurable. El trabajo de guitarras que hay en este tema es precioso y minucioso, con todo lujo de detalles y maravillosos matices. Es el tema que más me gusta de todo el disco y demuestra lo buena que era la banda, hacen un trabajo coral excelente.


CARA 3:

Los viejos rockeros nunca mueren, del disco homónimo de 1979.
Rocanroll bumerang, del disco homónimo de 1980.
Al- Andalus, tema perteneciente al disco homónimo de 1977, rock andaluz sobre una idea musical que desarrolló Miguel tras un viaje a Egipto. Aquí Miguel interacciona mucho con el público, el coro del Rock and Ríos.
Homenaje a Miguel .
Himno a la alegría . Archifamosa canción muy bien introducida aquí por el tema instrumental anterior de Thijs Van Leer. Hacen una versión rockera muy similar a la de Rainbow en su álbum "Difficult to cure" de 1981.


CARA 4:

Nueva ola. Fue la última canción seleccionada para el álbum "Rock and roll bumerang" de 1980, grabado en Alemania. Habla de la nueva ola que se está fraguando en Madrid, del neón de color rosa que se ha colocado en El Sol para pasar de discoteca a sala de conciertos.
Rockero de noche , del disco "Los viejos rockeros nunca mueren" de 1979.

Medley rock madrileño :
Sábado a la noche, de Moris, de su disco de debut español "Fiebre de vivir" de 1978. Un himno durante años para todos los "currelas" de este país.
Mueve tus caderas, de Burning, de su segundo disco "El fin de la década" de 1979. Es Paco Palacios el que sugiere la canción para que la añada Miguel al medley.
Rock and roll en la plaza del pueblo, de Tequila, de su primer disco "Matrícula de honor" de 1978. Rock juvenil desenfadado.
La basca vacila, instrumental en la que participa el público.
Maneras de vivir, de Leño, de su disco en directo de 1981. Es inconfundible el sonido de la Stratocaster de Rosendo. Carlos Narea produciría su último disco grabado en Londres "Corre, corre" en 1982.
Mis amigos donde estarán, de Topo, del disco de su debut en 1978 "Vallecas 1996". Una bella canción sobre la nostalgia y la erosión del paso del tiempo. Miguel Ríos y Carlos Narea producirían su mejor disco: "Marea negra" en 1982.
El laberinto , del disco "Rock and roll bumerang" de 1980, "inadaptados les llaman por ahí, que luchan por salir del gueto de Madrid", pura actualidad.

Salida#3 , instrumental con autoría de los dos baterías, solo del instrumento que tanto gusta en los conciertos por su espectacularidad, como introducción a la última del disco
Lua, Lua, Lua , del disco "Rock and roll bumerang" de 1980, dedicada a su hija Lúa Watty de dos años.

Miguel Rios

Se vendieron 600.000 copias y fue número uno de 40 principales y número uno de superventas Lps. Disco de oro en un mes. Algo completamente inusual para un disco de rock.

En su famosa portada aparece Miguel Ríos durante la actuación, con sus míticos pantalones ajustados de rayas diseñados por Jesús Del Pozo, agarrado al pie del micro AKG D330 y el guitarrista Antonio García de Diego detrás de él y delante de amplificadores y el Rock and Ríos escrito con el láser.


La gira del disco fue del 16 de julio al 3 de octubre de 1982, con sesenta galas en total en ochenta días, casi a concierto diario por toda la geografía española y en los sitios más variopintos e inverosímiles.



"El espectáculo más aparatoso, grandilocuente y sonoro que haya realizado jamás ningún músico o cantante de rock español "
Jesús Ordovás

La banda, en vez de furgoneta, viajaba en autobús por primera vez en este país, en el que tenían instaladas cuatro literas. El convoy viajaba con veinte toneladas de peso y veintidós personas en el equipo, músicos incluidos. La mayoría de los conciertos se cerraron en febrero de 1982, antes incluso de la grabación del mítico disco y se podían contratar dos espectáculos:


El macroconcierto de dos horas, pantalla de vídeo y láser por 2.500.000 de ptas. (15.000€). Se contrataron siete de este tipo en toda la gira.


El normal de cuarenta y cinco minutos, mondo y lirondo, entre 700.000-1.000.000 de ptas. (4.500-6.000€). Fue el que más se contrató, evidentemente.

Una vez más la picaresca y la usura de los promotores y empresarios de este país, que nunca cambiará, hizo acto de presencia. Contrataban el normal y anunciaban el macroconcierto, cobrando las entradas a precio de este último (entre 800-1000 ptas. 5-6€ ) A Miguel esto le irritaba sobremanera y decidieron sólo salir a tocar una vez que habían cobrado, para poder decir en el escenario, a los asistentes, el engaño que habían sufrido. Miguel se llevaba entre el 10-20% de lo cobrado y era él quien pagaba a los músicos.

Nadie se esperaba entonces el boom que tuvo el disco y al haber cerrado las fechas antes de la salida del disco, todos los conciertos superaban por mucho el aforo permitido, creando en varias ocasiones situaciones de riesgo máximo. En muchos lugares no entraba ni el autobús ni el convoy y en el concierto de Fuenlabrada, Miguel tuvo que llegar en ambulancia desde el hotel porque todos los accesos estaban atascados con retenciones kilométricas.

En este país desde siempre las inversiones se han visto como gastos y los gastos como inversiones, tanto en la esfera pública como en la privada y así nos luce el pelo. En una entrevista que escuché hace años a Barón Rojo, su bajista (Sherpa), aún no se creía que en los años del "Volumen brutal" (versión inglesa, 1982) su productor y creador de Chapa Discos, Mariscal Romero, hubiera dicho que NO a la gira americana de AC/DC con los Barones como teloneros, hubiera rechazado también a los Scorpions y a que Barón Rojo hubiera grabado en el Budokan de Tokio su doble disco "Barón al rojo vivo", por no hacer la inversión de capital necesaria que correspondía. Yo todavía sigo ojiplático sin creérmelo.

Estamos hablando de un país muy atrasado, (a día de hoy lo seguimos estando, no nos llevemos a engaño, aunque los políticos de turno nos digan que no, que somos una potencia mundial) en el que no había empresas de escenario, los montaban empresas de andamiaje. No había empresas de sonido para estadios grandes, no había empresas de seguridad, no había servicio de catering y los músicos acababan el concierto a las tantas de la madrugada y tenían que buscar sitios abiertos para poder comer algo. En resumen, no había infraestructura para dar conciertos.

Fue gracias al "Rock & Ríos" y sobre todo a la gira del año siguiente "Rock de una noche de verano", donde solventaron todos los problemas que habían tenido en el "Rock & Ríos" y Miguel dignificó la vida y el trabajo de los músicos cuando estaban en gira promocional.


Miguel Ríos siempre quiso sonar como una de las bandas internacionales que nos visitaban. En un país donde empezaban los conciertos de rock con seguimientos muy minoritarios, fue capaz de montar este monumento sonoro de la discografía patria y salir airoso, arriesgando, imaginando nuevos días y adelantándose al futuro de un país abierto a nuevas ideas. Estaba en su mejor momento, con una voz impresionante y un dominio absoluto sobre el escenario, capaz de manejar las masas a su antojo. Aún así, aunque el sonido es soberbio y la banda arrolladora, no aguanta la comparativa con el concierto que los Rolling Stones (los más grandes en ese momento) dieron cuatro meses después. Todo es cuestión de presupuesto, la grabación del "Rock and Ríos" costó cuatro millones de pesetas (24.000€) cuando el directo de Supertram de 1980, costó cuarenta millones de pesetas (240.000€). Poderoso caballero es Don Dinero y para muestra una comparativa:



Los Rolling en el Calderón-1982


En 1987 se edita el disco en formato Cd por Polygram, al que le quitan canciones respecto al vinilo del 82. El Cd tiene veinte cortes frente a veinticuatro que tiene el vinilo. Esta edición se reedita en 1991 y en 1992 formando parte de una colección de música de Salvat.


Polydor edita, en 1999, un doble Cd que reproducía fielmente el doble vinilo, pero esta edición fue exclusiva para Méjico.


En el año 2000, Universal Music Spain, edita la misma versión incompleta del 87.


El año 2005, Universal Music edita un doble Cd con un DVD del concierto. Reproduce el vinilo original completo y tres cortes más que por minutaje no entraron en el doble vinilo. "Generación límite" y "Nueva ola", son del día 6 de marzo y no del 5, que son las que aparecen en el vinilo de 1982. La remezclas se hicieron en Red Led por Carlos Narea y Ángel Martos y la masterización por José Luis Crespo. Tuvieron que pasar veintitrés años para que el disco de rock español más vendido de la historia se editara correctamente en formato Cd. Eso es un país que cuida bien su cultura, ¡sí señor!

Como no podía ser de otra manera, esta reedición de 2005 también llevaba su maldición y su resolución milagrosa.


En 1982, Polydor Londres se hizo cargo de las cintas de los magnetofones, pero no se sabía si se enviaron a Madrid o se habían quedado en Londres. Un día Fernando Crespo, de Universal, encontró unas cintas en un rincón del almacén. Llamó a Narea que se personó en el almacén rápidamente, abrió una caja y vio que era su propia caligrafía. Eran las cintas originales del "Rock & Ríos".

Abrieron primero las del día 5 de marzo, pero estaban tan deterioradas que eran inservibles, se deshacían y caían a trozos. Rafa Soler, ingeniero de mantenimiento de Red Led, encontró una empresa en EEUU que se dedicaba a la recuperación de cintas analógicas y Carlos Narea encontró otra en Londres llamada FX. Llamó y allí se fue con los 120 kg. de rollos de cintas. Durante un fin semana aplicaron un sistema que tardaba tres días en dar resultados. Las cintas del día 5 eran irrecuperables pero las del día 6 estaban aptas. Al cuarto día volcaron todas las cintas a digital y se las entregaron en un disco duro a Carlos Narea. En Red Led de Madrid, pasaron ese disco duro a un ordenador para leerlo con el Pro Tools. Cuando Narea escuchó aquello se le iluminó la cara y con una sonrisa de oreja a oreja dijo: " Es como si Miguel y la banda estuvieran tocando a diez metros de nosotros ahora mismo".

El 11 de noviembre de 2022, ha salido una edición 40 aniversario masterizada de nuevo en 2022 por Juan Sueiro, con doble Cd y DVD y libreto de 90 páginas con texto de José Miguel Valle y recortes de prensa de la época, como el diario de una groupy de la edición del 22 de agosto de 1982 de El Pais, firmado por Rosa Montero.

Como se puede apreciar en las fotos, tengo el vinilo original y el Cd de 1991, en los que el sonido es bueno, muy centrado en el medio, con poca separación de instrumentos, con la voz de Miguel presente y un poquito más alta que el resto de la banda y todo el sonido más grave, con poca presencia de agudos.

En la edición 40 aniversario, el sonido es brutal, con gran separación de instrumentos, se escucha todo, hasta se diferencian las dos baterías. Pero para mí tiene dos pegas: la voz de Miguel está más baja que el resto de la banda, quitándola protagonismo y presencialidad. Las guitarras están demasiado presentes y los agudos de los platillos son molestos, demasiado brillantes. Sin embargo, en el DVD la voz de Miguel está muy presente.

Me queda por oír la edición de 2005, que es de suponer que será la mejor, ya que es el propio Narea el responsable. Ciertamente el sonido es oro puro, quién pudiera escucharlo en aquellas cintas analógicas de dos pulgadas, ¿cómo tendría que sonar?. Narea es el único que lo sabe.

Miguel Rios

BIBLIOGRAFÍA:



"Los hijos del rock", Salvador Domínguez. Fundación Autor-SGAE, 2004.
"Rock & Ríos. Lo hicieron porque no sabían que era imposible". José Miguel Valle. Efe Eme, 2015.
"Miguel Ríos. El corazón del rock and roll". Cuadernos efe eme, especial Nº 4. Efe Eme.



PODCASTS:



https://amp.rtve.es/television/20220310/curiosidades-rock-rios-miguel-rios/2306561.shtml

Rock and Rios
El editor y Jesús compartimos, entre otras cosas, edad y gustos musicales. Por este motivo, he añadido mis cassettes originales al recordatorio de tal magnífico concierto.
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