No Surrender


Siempre la primera línea es la más difícil. El tono y la intención con la cual te diriges a tu audiencia pueden provocar la falta de interés de forma inmediata. Viaja conmigo si no tienes miedo de nada. ¡Abandona! Si tus cimientos están hechos de fango e ideas puestas por otros en tu cabeza. El guía espiritual eres tú; tú eres el líder; yo solo te cuento una experiencia en primera persona.
Mi historia empieza con una llamada de teléfono. Como tantas otras. ¿Quieres probar un Arne? Me susurró una voz conocida por mí. Le pregunté por el peso y las dimensiones del producto. Es complicado para mí instalar los productos y esta es una medida preventiva para mí. Me engañó. Era más grande y pesaba más. Pero lo he perdonado del todo. Ahora sabréis por qué.
Recibir un amplificador integrado a válvulas en verano, de gran tamaño, no es lo más apetecible. Pero cuando eres conocedor de que es una novedad presentada este mismo año en el High End Munich, con un éxito notable por parte de todos los que lo pudieron disfrutar, la cosa cambia.
Los 100 kilos del palé, entregado a las puertas de mi casa, y la posterior huida del transportista a toda velocidad, no hacían presagiar una tarde sencilla por mi parte. Por suerte, su sistema novedoso de CLIP-LOK TRANSPORT BOX hacía que los paneles de contrachapado se desprendiesen de forma rápida y efectiva. Desarmar el paquete fue bastante dinámico y subirlo a piezas por un ascensor pequeño, también fue sencillo. La marca de un zapato en la parte superior de la caja me hizo recordar lo importante que es un buen embalaje para que lleguen los productos enteros al destino.
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Instalar un nuevo componente es lento en mi caso. Soy de esas extrañas personas que primero leen las instrucciones y luego actúan. Incluso simulo los movimientos en el aire, de forma repetida, antes de hacerlo de verdad. Habitualmente manejo componentes de muchos miles de euros y la palabra ERROR no es asumible. Después de instalar las válvulas, llega el momento más deseado de todos: dejar que el componente se aclimate a la sala durante 24 horas. No existen prisas en mi mundo.
De aspecto atractivo, equilibrado en tamaño. Sus cuatro válvulas 300B de Emission Labs marcan el volumen del amplificador integrado. Son los cuatro puntos donde se clava la vista en su visión frontal y, en la lateral, su cristal templado reposando en el aluminio anodizado dibujan una línea moderna, actual y de diseño cuidado. Que no es lo que precisamente nos encontramos muchas veces, donde una caja metálica da base a las válvulas y al transformador sin mucho más que aportar a la belleza del producto. Aquí todo es mucho más pensado, elaborado y estudiado. Si estuviésemos escribiendo sobre una marca de las que dispone de unos recursos de marketing altos, de forma clara optaría al producto del año en diseño. Para ir cerrando este tema, comentaré que cuando me levantaba por la mañana y veía al Arne, la mirada siempre se dejaba caer en él. Hace pocas fechas, unas etapas de potencia Eric Encore, de la misma marca, lucían en un museo como piezas artísticas de primer nivel. Como una escultura actual y símbolo de nuestros días.
Las características técnicas que el fabricante pone a disposición de los propietarios no son muchas. Más allá de los 30 vatios de entrega de potencia, su rango de frecuencias que va desde 10 Hz hasta 40 kHz y que dispone de un potenciómetro a pasos de 48 posiciones, manejable con un mando a distancia. Esta perilla controla la atenuación de la señal hasta -80 dB en su posición mínima.
Dispone de cuatro entradas, dos balanceadas y dos no balanceadas. Remarco aquí un tema. El amplificador tiene una construcción y funcionamiento interno balanceado, siendo las entradas no balanceadas las "adaptadas". El distribuidor para España me facilitó algunos datos técnicos adicionales sobre su construcción, pero al no ser publicitados de forma expresa por el fabricante, omito su difusión, aunque los considere muy relevantes.

Las que marcan la mirada frontal del amplificador. Es imposible que cuando miras de frente el Engström Arne MKII, tu mirada no se dirija hacia ellas; es absolutamente imposible. Grandes, imponentes, son las encargadas de la etapa de potencia del amplificador. En pruebas de estrés, donde escogí piezas nada fáciles de resolver por este tipo de amplificaciones, su comportamiento fue lineal.
Cuatro válvulas D4a de Siemens Röhre
Las que marcan el sonido del amplificador. Estas válvulas de previo de amplificación solo son presentes en el momento de encenderse. Un leve brillo da constancia de su funcionamiento. No destacan como las anteriores, aunque dan la personalidad sonora al conjunto. Al no tener experiencia previa con ellas, no puedo dar fe de su aportación individual al conjunto, por lo tanto, me remito a las valoraciones generales como elemento válido de evaluación.
Burn-in correcto de las válvulas
Según las indicaciones del fabricante, deben de pasar entre 50 y 100 horas de funcionamiento doméstico. Es decir, al principio, hacer encendidos del amplificador por periodos máximos recomendados de 2 horas. Dejar enfriar el conjunto durante el periodo necesario de horas y repetir el proceso. Esto previene de envejecimientos prematuros de las válvulas y garantiza su funcionamiento óptimo desde el primer momento. Así lo hice. Durante unos quince días hasta llegar al punto adecuado de funcionamiento.

Evolución del sonido
Normalmente, muchos aficionados, en el momento del burn-in de las válvulas, ponen en funcionamiento el sistema y realizan actividades más interesantes en la vida, como tomarse un café o salir a pasear. Lo entiendo y es normal, el sonido es básico y sin presencia. No tiene presencia física en la sala. Pero ¿qué sucede con un amplificador de primer nivel como este Arne? Pues lo mismo, sin embargo, su punto de partida es mucho más alto. Sin mencionar marcas, para no ofender a nadie, os diré que en sus primeros instantes sonaba igual que un Todo en Uno ("All-in-One") de una conocida marca británica. Horas después, unas 15 aproximadamente, ya estaba al nivel de mi amado Bow Technologies Wazoo XL. 20 horas más de funcionamiento, y ni mi amor hacia el amplificador integrado que me ha acompañado una parte significativa de mi vida, no podía esconder las evidencias; hacía tiempo que lo había superado de largo. Abandonaba la zona de confort y empezaba la lucha contra los pesos pesados que han visitado mi sala en alguna ocasión.
Antes de seguir, quiero hacer un breve repaso al equipo que acompañó a este amplificador integrado y que ayuda a saber qué entorno de trabajo tuvo:
Equipo utilizado en las pruebas
Fuente de sonido:
»iFi Audio iDSD Valkyrie
»Konus Audio Digitale 2000
» Roon Servidor
» Qobuz Studio
Amplificación de potencia:
» Engström Arne MKII
Altavoces:
» RadioTehnika Giant FS-100N
Cables:
» Wires4Music Osiris Signature:
» interconexión RCA
» altavoces
» red eléctrica
» interconexión USB A - USB B
Rack HiFi:
» Artesanía Audio Exoteryc Rack PRO
Todos los componentes mencionados son conocidos por ustedes, o bien pueden leer sus respectivos artículos y revisiones, tanto en esta publicación como en otras. Solo los cables utilizados en ella son desconocidos para la mayoría, la serie Osiris Signature de Wires 4 Music, la segunda gama más alta creada por la reputada firma española de forma artesanal y que dispongo de ellos. En breve se publicará una revisión.

Tres fuentes y un destino
El objetivo de quien os escribe es distinto al que la mayoría de aficionados tiene. No busco, porque normalmente no tengo la opción, de enlazar los mejores componentes en cada caso, sino de encontrar las diferencias o aportaciones, que cada uno puede hacer en una configuración. En este caso, intenté ampliar al máximo el foco del mismo trabajando con tres fuentes distintas. Y cada una de ellas con sus propias características y particularidades. Empezamos con el tocadiscos EMT 948, toda una referencia y que aspira a seguir siéndolo a lo largo de los años, y enterrar alguna referencia actual por el camino. Conectado a través de XLR, con un cable de mi propiedad y que no iguala al estándar de los otros utilizados en esta comparativa. Konus Audio Digitale 2000, conectado en Single Ended y, por lo tanto, jugando fuera de casa. iFi Audio iDSD Valkyrie, conectado en XLR, con cable propietario de la marca.
Del anterior párrafo podemos sacar como conclusión que todos tienen sus ventajas e inconvenientes. Esto los iguala parcialmente, y las conclusiones que he sacado de los mismos, respecto a la diferencia entre fuentes, podrían definirse de la siguiente manera: "Es mejor tener en el armario ropero una cantidad significativa de opciones a tener solo una para todas las circunstancias". Pero para los que insisten en saber únicamente el resultado frío de cuál sonaba mejor con la mejor grabación; pues Konus Audio. Aunque este dato aporta poco. Satisface a quien tiene pocas aspiraciones de profundizar más en el maravillo y complejo mundo de la recreación musical.
Colapso mental y dejación de funciones
No creo haber vivido muchas veces esta sensación. Y he tenido que reflexionar mucho sobre este tema para poder transmitir de forma correcta lo que sucedió. Las personas, por suerte, no somos aparatos de medición, ni sonómetros, ni analizamos frecuencias de forma cartesiana; somos seres humanos con una carga de trabajo, problemas y experiencias en la mochila que nos hacen diversos y complejos. En mi caso, me defino como una persona metódica, algo necesario si quieres llegar a un objetivo concreto como, por ejemplo, publicar un artículo. Cuanto más tiempo consigues estar centrado en el objetivo, antes acabas el trabajo. Pues bien, aquí empiezan los problemas. Con estas explicaciones en mente, vamos a perdernos todos juntos.
Utilizo mi lista de discos de Qobuz, llamada Amigos HiFi, que es abierta y pública para todo el mundo que disponga de dicha plataforma. Tengo una muestra de varios estilos distintos de música para ir probando y "centrando el visor" de mi análisis. Me escuché toda la lista y nada. Ninguna idea, ningún indicio, nada. Mañana será otro día.
Al día siguiente, y al otro, y al otro, repetí la misma acción con idéntico resultado: nada. Nada significa, en este caso, que no había un estilo musical que destacase por encima de otro. El rock tranquilo no sonaba mejor que la electrónica. La ópera y el blues eran buenos por igual. Talk Talk y Nirvana se presentaban, uno detrás del otro, sin dificultad. Me agoté y empecé a poner una grabación y dejar que acabase, y luego otra, y otra. Estaba perdido durante muchos días. Literalmente, no sabía qué decir. ¿Entendéis ahora el porqué de mi primera línea de texto? No sabía qué decir, porque no entendía lo que sucedía. Era algo distinto, anormal.
Un día por la mañana, salí a pasear solo. En un lugar tranquilo, viendo la salida del sol al lado del Mediterráneo, empecé a dialogar conmigo mismo. Yo me preguntaba y yo me respondía. En voz alta interior y en voz baja hacia el exterior. El bloqueo interno que llevaba días acumulando ideas y sensaciones se vino abajo y todo cobró sentido, ahora sí que podía poner palabras a las sensaciones.

Música para el Engström Arne MKII
En breve, cualquiera. Esto tan simple es muy difícil de entender cuando estás buscando el bosque y solo ves un árbol, y luego, otro árbol, y luego otro árbol, y así de forma constante. Y tú... buscando el bosque...
Existe una versión jazz del tema "The Healing Game" de Van Morrison que consigue recrear la escena sonora de una manera tan hiperrealista que estás convencido de que ese tipo de sonoridad es la perfecta para el amplificador. Mantienes la idea con firmeza hasta que escuchas la versión de "Carmen" dirigida por Simon Rattle e interpretada, en sus principales roles, por el binomio Kozená-Kaufmann. "Taphead" te baja el biorritmo a mínimos vitales. Este tema de Talk Talk llena la sala de un conjunto de frecuencias sonoras inconexas entre ellas, que van dibujando los límites del escenario y la imaginación. Desde cualquier punto de la sala puede emerger una pequeña luz sonora que te atrapa mientras, desde otro lugar, van apareciendo las subsiguientes etapas de este sueño acústico. Pues, entre los microdetalles de la composición, empecé a comprender la grandeza de lo que tenía entre manos. Necesitas aplicar un Zoom profundo al sonido para valorar, en todo su esplendor, lo que nos da este amplificador sueco. Si no lo haces, sigues cautivado, sin saber por qué al sonido que te entrega. No tiene un sonido espectacular. ¡Es el espectáculo del sonido! No realza nada, reproduce lo que hay. En grabaciones donde sería muy fácil aplicar un factor de realce a determinadas frecuencias, Arne MKII sigue fiel a sus principios de mantenimiento de la linealidad sonora. ¿Os acordáis que ya os había comentado este término?
Con Steve Ray Vauhgan me preocupó. En su tema "Little Wings" apareció un leve "hum" en el sonido. Más adelante, un rasguño en el altavoz. Tenía los pelos de punta, ¿Había sucedido algo extraño? Houston, tenemos un problema. Y, al igual que la famosa frase, se debe a un error de interpretación. Todo lo erróneo de esta magnífica grabación, está en la propia grabación; no eran problemas actuales que tuviese el amplificador integrado. Al igual que en la frase de Jack Swigert, astronauta del Apolo 13, todo era en pasado, en mi caso, de la grabación, y de la misión astronómica, su frase exacta fue: "Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí." (del inglés: "Ok, Houston, we've had a problem here".)
Para acabar esta sección, quiero hacer un especial hincapié en el tema de los cables y especialmente, la conexión de los mismos. Estamos hablando de un aparato importante, con un consumo y una disipación de calor significativa, muy significativa. Es cierto que yo he dispuesto de esta unidad en verano, pero el verano existe para todo el mundo, así que mi indicación sigue siendo muy válida. La parte posterior del amplificador llega a temperaturas elevadas y los conectores y sus cables asociados deben de ser de primer nivel para no degradarse con el uso.

Conclusiones finales
A veces lo evidente se vuelve confuso. Engström Arne MKII es un amplificador integrado a válvulas. Esto es lo que tu vista ve de forma clara y de un tamaño generoso. Pero su sonido no tiene nada que ver con lo que uno se podría esperar de ellos. No cumple ninguno de los malos vicios de este tipo de amplificación, ninguno. Pero la forma de llenar el espacio musical solo lo hacen los integrados a válvulas. Y este lo es.
La definición rápida y el detalle de la zona superior son algo intrínseco de la amplificación integrada sólida, sin redondeos de frecuencia en estas franjas del espectro. Ese es su punto fuerte. Pura dinámica en la música. Sin embargo, Arne MKII también te lo da. Y no es un integrado de estado sólido.
Engström Arne MKII (también escrito Engström Arne MK2), solo puede disfrutarse de forma intensa cuando tu mente se libera de todo lo conocido y esperado; cierras los ojos y dejas que tu cuerpo entero, incluyendo los oídos, sea penetrado de forma intensa por la música.
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